Otra noche, ahora, en estos lluviosos días predecembrinos, sentado en la mesa contigua en el “BAR RISTER”, en Caracas un lugar cuyas señas diré en otra oportunidad (3 ‘caritas felices’ en la Guía de MIRO POPIC), un individuo de edad madura, por ratos prestaba atención a nuestra discusión acerca de VOTAR NO o NO VOTAR. Al recordarme, preguntó, con exaltación: — “¿Sabe que SHERLOCK HOLMES cumple 120 años en este mes de noviembre?”.
Al reconocer al militar del 221 BAKER STREET PUB & GRILL, lo saludé y lo invité a incorporarse a nuestra tertulia. Por su vocación detectivesca y su poca inclinación a conversar sobre política pensé que podría hablar de un tema histórico que podría ser de su gusto: el asesinato de BOLÍVAR, cuya resolución nos prometió el ‘sabueso’ CHÁVEZ por estos días. Sobre el asunto sólo dijo, un tanto enigmáticamente: —“Más éxito podría tener si averiguase quien mató a Danilo Anderson. Quizá sólo le baste mirar a alrededor”.
Sin embargo, esa noche si accedió de alguna manera a conversar sobre política contingente:
— “No entiendo cómo hay sectores de la oposición que en lugar de ir a votar, andan llamando a la gente a meterse en el bolsillo una barra de chocolate, un Gatorade y unas galletas para armar una resistencia callejera contra Chávez. Eso será moralmente muy estimulante pero seguro que es muy poco eficiente para derrotarlo”.
— “¿Cuánta masa es necesaria para derrotar a un tanque?” le preguntaba SALVADOR ALLENDE a REGIS DEBRAY en la famosa entrevista donde éste le proponía activar al pueblo para vencer al golpe militar en curso. ¿Será que la oposición suicida piensa que la muerte convidará a las Fuerzas Armadas a actuar contra Chávez? ¿O que
— “Oigan: ésta es
— “¿Creen que el reconocimiento de ROSALES y su equipo al triunfo de Chávez en las elecciones anteriores fue solo atolondrado apresuramiento? Informes de inteligencia que pude leer en esa época sugerían que había grupos de civiles y militares dispuestos a pronunciarse en el supuesto de haber un desconocimiento al triunfo opositor. Pero es que ninguno de los 2 hechos se produjo: ni ganó Rosales ni llamó a nadie a desconocer el triunfo del gobierno. A los que conocíamos la situación —sin estar involucrados— nos pareció un acto de notable inteligencia y perspicacia el reconocimiento temprano de la victoria gubernamental. ¿Cuántos civiles no se salvaron de ser masacrados en las calles? ¿Cuántos oficiales, comprometidos o independientes, conservaron sus posiciones? Por eso es rigurosamente risible el punto de vista de la miope oposición que acusó —y acusa— a ROSALES de espantadizo o, aún, de venal”.
—“Si a la escasez extrema de alimentos, el disgusto generalizado de la población, el miedo a perder sus pocas propiedades, se le suma la participación de los estudiantes …” Se interrumpió y preguntó: —“¿Sabían ustedes que en Venezuela hay más estudiantes universitarios que obreros industriales”? — Sin esperar respuesta prosiguió: —“Si se agregan chavistas confesos y uña en el rabo como PODEMOS, BADUEL y la propia ex esposa del Presidente, es obvio que ahora las condiciones son otras …”.
— “Como bien gritan los maravillosos jóvenes que han sustituido a los medios de comunicación y a los viejos partidos en la conducción de la lucha: ¡NUESTRAS ARMAS SON LAS IDEAS – NO TENEMOS FUSILES!”. — Y repitió una frase que me suena conocida: — “! SABEMOS DE SIEMPRE QUIEN ES EL GANADOR EN EL ENFRENTAMIENTO ENTRE EL PENSAMIENTO Y LA ESPADA! ¡Pero a condición de usar el pensamiento y no los testículos, que para otra cosa sirven!”
— “Pueden creerme o no —remató— pero les digo que quizás sea que los cadetes que entramos a
— “Vayan los ciudadanos a votar; hagan su trabajo. Si triunfa el NO veremos si los militares hacemos el nuestro. Si se abstienen aquéllos, ni SHERLOCK HOLMES podrá saber si los segundos podían hacer el suyo”.