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miércoles, 30 de diciembre de 2009

JACKSON ECOLOGISTA

lunes, 20 de octubre de 2008

NIGHT CLUB’S LADY / Alberto Rodríguez Barrera


Algo pasa con las cantantes que se desgarran con unas voces que hacen papilla de los sentimientos, tanto de ellas como de los demás. Generalmente es algo que pasa antes y que queda guindando ahí en todo después. Y a veces una canción se vuelve una marca registrada que dice todo lo que no se dice. "Strange Fruit" fue el caso con Billie Holiday. El fruto extraño es un poema referido a los negros colgando en los árboles, pero la negra fabulosa del jazz y el blues elevaba aún más la poesía, aunque su vida no fue poesía.

Su bisabuela murió dormida y tuvieron que romperle el brazo para liberar a la niña Billie que ahí despertaba. A los 10 años, un juez la condenó a un reformatorio: su crimen fue ser violada de manera "sangrienta y violenta" por un vecino cincuentón;
dos años después, tras dejarse violar voluntariamente por músico amigo de su abuela, comenzó a hacer mandados en una casa de putas, donde escuchó sus primeros discos de jazz. Como prostituta adolescente prefería a los clientes blancos porque los negros se demoraban mucho. La encarcelaron por prostituirse y en la cárcel hizo el papel de pasiva con las lesbianas.

En su primer trabajo como cantante rechazó recoger las propinas de la mesa de la forma usual -utilizando sus labios vaginales- y las demás chicas comenzaron a llamarla "Lady". No usaba ropa interior en escena y a quienes pitaban los rechazaba mostrándoles la opinión de su trasero. Pero la Lady cantaba con una pasión real, una pasión violenta que encontraba inspiración en los hombres recios, grandes y lindos amantes músicos, cuyos recuerdos la hacían salir a escena con los ojos morados y el cuerpo con hematomas. No podía resistir y buscaba a los hombres de mal carácter, quienes además se la chuleaban a sabiendas de que era fácil, más allá del gusto por los golpes.
El mejor amigo que tuvo, el saxofonista Lester Young, jamás tuvo relaciones sexuales con ella, pese a los años de gira y nightclubs, pero encajaba perfectamente con los estados de ánimo de Billie, logrando que las grabaciones que hicieron juntos sean las más finas. Lester fue quien primero la llamó "Lady Day", demostrando que en la música llegó a tocar más a Billie que lo que pudo cualquier otro hombre. Lady Day conoció en 1941 a su futuro marido, Jimmy Monroe, quien "fumaba una cosa rara". Cuando el matrimonio fue palo abajo, ella creyó que unirse a Jimmy en la fumadera de opio restauraría la magia perdida, pero antes de los 30 años se separó y comenzó a vivir con el trompetista Joe Guy, de 25. Fue un menage-a-trois: Joe, Billie y la heroína.


La policía y las giras los separaron, y el próximo amante, John Levy, fue también desastroso; le dio trabajo en su nightclub cuando nadie lo hacía, le compró ropa bonita, le regaló joyas, y se adueñó de sus finanzas: $3.500 semanales.Con ella rogando por alguna limosna, John la abandonó. Y el año de 1956 le trajo un segundo matrimonio, con Louis McKay, dueño de otro nightclub y también su manager. Ella se dedicó mucho a él, pero se divorciaron en 1958.


Y después de una trágica vida de adicción a la heroína, acoso policial y pasantías en la cárcel, murió el 17 de julio de 1959, a los 44 años. Moribunda e inconsciente en un hospital, la policía intentó esposarla acusándola de consumir heroína mientras agonizaba. Pero Lady Day, la extraña fruta, que además engalanó también la pantalla grande, fue una luz resplandeciente que deslumbró junto a las grandes estrellas del jazz, como Benny Goodman, Artie Shaw y Count Basie, entre otros.


Billie Holiday


Música en: www.lastfm.es/music/Billie+Holiday


Sitio oficial: www.billie-holiday.net/

martes, 2 de septiembre de 2008

PERDÓNALA / Bolero

martes, 13 de mayo de 2008

Música para barras ¡CANTINERO!/Ana Black

En todas las canciones que he escuchado dedicadas al cantinero lo llaman amigo. Es más o menos conmovedor ver el cariño con que lo tratan y la consideración que le profesan, incluso en una copla en la que el parroquiano sospecha que quien le ha estado sirviendo los tragos por años tiene una vainita con su mujer (con la mujer suya del parroquiano, esa es la gracia), el hombre tras la barra –el infame hombre tras la barra, sería preciso decir- es tratado con respeto:

“Ya tomé mil botellas contigo

Y me has dicho las cosas más crueles,

No me digas que no soy tu amigo

Y confiesa también que la quieres.

Yo no voy a matarme por nadie,

Yo mi vida la vivo borracho

Si me cambia por ti, que bonito,

Tomaremos los dos a lo macho”.

Después dicen que borracho no es gente. Es muy fácil, estando sobrio perdido y en estado anímico más bien tirando a estable entrar, tomar asiento en la barra y ­–¡Tonnn-ces Pepe!- alante, instalarse a comentar el último acontecimiento deportivo o político o político-deportivo de la temporada hasta que llegan los(as) verdaderas(os) panas para entonces continuar la conversa pero viendo para otro lado o, estando en condiciones del todo opuestas y con el espíritu descalabrado querer como un hermano a quien le sirve. Eso es fácil, lo de admirar es que un ser pueda pasar noche tras noche, día tras día, turno tras turno calándose a unas y otros.

¿Se habrá dado cuenta alguien que Pepe ha estado comentando –una y otra y otra vez- el gol de Mengano allá en Kutusiapón desde que llegó el primer bebedor consuetudinario a eso del mediodía y que entre tanto y tanto pudo haber disertado acerca de cuánto le ha crecido el pelo a Britney Spears porque, sépanlo, saben hasta de farándula? Y si llega alguien a la barra y le pide: “Lo de siempre”, como en las películas, ¿se sentirá insultado por la falta de fe en su capacidad recordatoria? ¿No es la idea que el hombre conozca al parroquiano y no más verlo entrar se dé la media vuelta para servir el trago que lleva diecisiete años sirviéndole? ¿Alguno habrá notado que los cantineros siempre tienen lo que mi amigo Jesús llamaba “el gesto pegado”; que saludan, atienden, sirven, comentan y despiden siempre con la misma media sonrisa (a menos que venga alguien muy cómico y le arranque una carcajada, o aparezca otro muy necio que lo haga… enojar)? ¿Algún barman llevará el promedio de dichas y desdichas que asiste cada semana?

Aunque, tengo el pálpito de que son más los lamentos que escucha el cantinero que las historias felices porque, es difícil creer que alguien que está contento vaya a pasar –en soledad- toda una tarde en la barra del bar distrayendo al otro de su oficio. Son tantas las historias que comparte y los consejos que reparte que no en balde hay quien iguala la barra al confesionario, incluso leí en una página evangélica –cosas de la navegación- que un buen pastor había abandonado el ministerio para hacerse cantinero. De tanto escuchar historias se han vuelto sabios en casi todos los temas.

Así pues, aferrados a su barranco -y al borde de la barra- los malqueridos* estiran un brazo y, según cuentan todas las canciones, piden. Piden tragos, copas o botellas; piden de lo más fino que haya o cualquier cosa que estremezca, algo fuerte para aprender a olvidar, para saber morir, para atreverse a matar, para buscar razones o encontrar respuestas; buscan con quién brindar o quien los escuche maldecir; solicitan testigos de su desgracia o quien dé testimonio de su dolor; ordenan bebidas para vengarse o para perdonar, tragos para llorar o para reír. Piden música, boleros para evocar o rancheras para sufrir. Demandan consejo al amigo cantinero o igual le exigen que calle; reclaman algo que les de calma o sugieren que vierta veneno en el trago; que los consuele y los atienda, que los escuche, los cure o los mate; le piden diez veces la del estribo y hasta piden para llevar.

¡Puro pedir, puro pedir!

Y Pepe, sereno, lustra su barra, ese trozo de madera torneada que muchos consideran un templo.

No encontré una sola canción que alabe, agradezca, reconozca o considere al cantinero.

¡Urge escribirla!

*A lo mejor mi cultura de barras está algo caduca pero, escribo en masculino porque, por lo general las mujeres manejamos barrancos, despechos, y otras alteraciones del espíritu en compañía, ya sea de una persona (hombre o mujer, lo importante es que sepa escuchar) o en grupete, pero siempre con amigos.

miércoles, 23 de abril de 2008

ELLA COGIÓ SU DINERO Y SE FUE RÁPIDAMENTE/ Carlos Zerpa

Ella cogió su dinero y se fue rápidamente, me dio la espalda y ni siquiera pronunció una palabra, ni me dijo ninguna grosería, ni menos un adiós… sencillamente se fue pal coño.

No se robó nada, tomo el dinero justo, el que era de ella y dejó el resto intacto, no se trataba de un robo.

La vieron que salir del lugar vestida de rosado, pero yo no la recuerdo vestida de ese color, creo que andaba vestida color melocotón… y esto si me dejaba perplejo pues en todo el tiempo que la conocí, nunca se vistió de ese rosado, nunca en su puta vida se puso un vestido rosado.

Detestaba el color rosado, ella decía que ese color era para mujeres pendejas con aire “Barbie”, y que tampoco le gustaba nada que tuviese que ver con ese tono, ni la pantera rosa, ni la cantante Pink, ni la musica de Pink Floyd, más bien detestaba todo eso.

Pensando en esos músicos me he dado cuenta, que esos carajos del fluido rosado… es que yo siempre pensé que le habían puesto a su banda ese nombre con connotaciones netamente psicodélicas, LSDsianas, pero NO, ellos con ese nombre, lo que le hacían, era un homenaje a dos viejos músicos, maestros en el mundo del blues, el señor Pink Anderson y el señor Floyd Council. Claro que antes de llamarse así tuvieron varios nombres igual de extraños, de hecho se llamaron: Sigma 6, T-Set, Megadeaths, The Screaming Abdabs, The Architectural Abdabs y The Abdabs. Luego, se denominaron The Pink Floyd Sound; luego, The Pink Floyd y finalmente sólo Pink Floyd… Guauuuu!!!!

Me gusta mucho la musica de ellos, sobre todo el disco “The Dark Side Of The Moon”, casualmente estaba un vinilo, un original de esa banda sobre el mostrador, y tengo que agradecerle a ella que no lo pegara contra el piso, ni que lo rompiera en pedazos. Ella cogió su dinero y se fue rápidamente.

De la Pantera Rosa no opino lo mismo, creo que ella tiene razón, de verdad tampoco me gusta; la película original se titulaba La pantera rosa y era de Blake Edwards, la pantera rosa, en realidad, era un diamante de gran valor y había un ladrón de guante blanco que logró sustraerlo, si mal no recuerdo era David Niven y el inspector Clouseau era interpretado por el magnifico Peter Sellers. Como personaje animado, la pantera rosa fue creada por el dibujante Friz Freleng, el mismo creador de Bugs Bunny, solo que en este caso esta pantera “Pink” era muda. El tema musical era de Henry Mancini. Y pienso que todos los hemos escuchado alguna vez… Pero estas comiquitas eran en verdad medio ladillas… Bueno lo que canta Pink tampoco me interesa, la imagen de ella sí, sobre todo cuando Pink participó en el video de "Lady Marmelade" en eso del Moulin Rouge, junto a la Christina Aguilera que sale flaca pero muy sugestiva y sexy la putasa esa…Con una voz muy hermosa que parece mas bien una voz de mujer negra que canta blues, la recuerdo con esas botas altas de plataforma, con plumas, con liguero, mostrando las pantaletas negras con encajes… Entonces por los pelos rubios, abombados de… Era… Era…. ¿De que coño les estaba hablando?

viernes, 28 de marzo de 2008

martes, 25 de marzo de 2008

domingo, 24 de febrero de 2008

LA MEJOR CANCIÓN PARA ‘OSCAR’ /Carlos M. Montenegro

Hoy domingo 24 de Febrero es la entrega de los premios Oscar 2008, que cumplen 80 años. Mucho se escribe sobre este evento, el máximo del cine, que premia a los supuestos mejores del año 2007 en un montón de disciplinas que intervienen en la realización de las películas nominadas. Yo quisiera referirme hoy a un renglón muy importante: “El Oscar a la mejor canción”.

He tenido la oportunidad de escuchar las cinco designadas para esta entrega, que tiene una particularidad aunque no es la primera vez, y es que de las cinco, tres pertenecen a la misma película: “Encantada”; los temas seleccionados son: “Happy Working Song”, “So Close” y “That’s How You Know”; la historia es una comedia musical romanticona al estilo Disney con sus animalitos y todo, lleno de efectos de animación digital. La cuarta nominación es para “Raise It Up”, un tema “gospel” suave, con una niña como solista; la película es “August Rush” el nombre del protagonista, un muchachito huérfano con gran talento musical que conoce casualmente a un cantante “pop” y una joven chelista que lo ayudan. Y la última nominación pertenece a la cinta “Once”; la canción se llama “Falling Slowly” donde el protagonista, es un cantante callejero, que conoce a una muchacha pianista, que le ayudará también a salir de abajo y hace dúo con él en la canción, una balada muy romántica que me recuerda sospechosamente al estilo de Cat Stevens, lo cual no es malo pero si poco original.

La verdad es que en conjunto todos los temas parecen bastante descafeinados y blandos, pero es lo que hay y la Academia es la Academia.

Y uno echa en falta las grandes melodías que Hollywood escogía sobre todo en los primeros años, cuando empezó a premiar la mejor canción original. Los Oscar existían desde 1928, pero el cine era silente; al llegar el sonido se comenzó a otorgar a partir de 1934, en la séptima edición. Que fueran grandes melodías no sorprende, eran los tiempos de Irving Berlin, George Gerswin, Jerome Kern, Rodgers y Hart, Cole Porter y toda aquella galería de “monstruos” de la composición importados de Broadway, que andaba tambaleándose debido al desastre financiero de 1929; Hollywood, acusado de ayudar a hundir al teatro musical especialmente, con sus maravillosas producciones tomadas de Broadway tal vez sin querer, paradójicamente, ayudó al género a renacer al término de la depresión y la II Guerra Mundial.

Ese año, 1934, La Academia otorgó el Oscar a la mejor canción a “The Continental” de la cinta “The Gay Divorcée”, que significaba “La Alegre Divorciada” por si acaso – compuesta por los señores C. Conrad y H. Magidson. Los protagonistas eran Ginger Rogers y Fred Astaire, reyes del musical en esos tiempos; la canción la interpretaban en tres partes Ginger Rogers, Lilian Miles y Eric Rhodes. Astaire se limitó a silbar un poco mientras su pareja cantaba, pero lo grandioso es que esas tres intervenciones son parte de una super, pero super producción* de unos 20 minutos sin parar, donde la coreografía, la dirección y el elenco todo, hicieron historia del cine.

(*) Si quieren, pongan en “youtube” esto:Ginger Rogers Fred Astaire The Continental The Gay Divorcee”. Un poco largo pero no lo olvidarán.

Carlos.managerman@gmail.com

sábado, 9 de febrero de 2008

UN ENANO MUY GRANDE/ Carlos M. Montenegro


Si me preguntan cuál de todos los descubridores de talento admiro más – que son muchos – tendría que referirme a uno que no sé ni su nombre; cuenta con mi respeto por su intuición y perspicacia en esto tan competido de la canción popular, más aún en un país con el nivel musical de Brasil. Si a eso añadimos que desde que llegó la televisión, el talento debe acompañarse con un buen “look”, el mérito aún es mayor. No hay duda: había que ser un agudo visionario para apostar por un cantante que no alcanzaba el metro de estatura y creer que podía ser un éxito.

Es el caso de Nelson Ned, que desde 1960 cuando publicó su primer disco con un par de canciones, su carrera no cesó de ascender en su país y en medio mundo usando dos armas: sus composiciones y su extraordinaria voz; de las demás cosas necesarias para triunfar según el manual, evidentemente carecía, pero los manuales pueden ser engañosos.

Algo más debía tener aquel niño llamado Nelson Ned D’avila que vio la luz en Ubá, Brasil, el 2 de Marzo de 1947; nació del tamaño de un bebé normal sin ninguna anomalía aparente, pero al poco tiempo se le descubrió una limitación física llamada “displasia espoôndilo epifisárea”, comúnmente conocida como “enanismo”; actualmente mide 1 metro y 12 centímetros. Bien parecido de cara, pero con el terrible handicap de su escasa estatura, en efecto el muchacho tenía otras cualidades que le ayudaron a superar con creces sus carencias. En primer lugar su tesón, pues apenas con 14 años debutó cantando en un canal de TV local llamado “Tele Itacolomi” en Belo Horizonte y desde ese instante no dejó de crecer su popularidad. Cómo sería su talento y simpatía que el mismo canal le ofreció nada menos que ser el presentador de un programa que se llamó: “Gente, el tamaño no importa”. No dejó de componer y cantar y ganó el concurso “Un cantante por un millón”. Inmediatamente lo contrató en Sao Paolo la famosa discoteca La Chacrinha”.

La multinacional Polydor pronto lo fichó y su primer Lp se llamó “Un show de 90 centímetros”, su estatura de adolescente. A partir de 1960 sus discos empezaron a venderse por millones saltando las fronteras de su país invadiendo América Latina en perfecto español. Ganó el Festival de la Canción de Buenos Aires con su “Todo Pasará”, que fue su aval de triunfador en el mercado latino, incluyendo EEUU, España y Portugal. Su repertorio es romántico, de baladas y boleros. Sus ventas se estiman hoy en más de cincuenta millones de unidades y ha recibido docenas de discos de oro y platino. Pero no se quedó ahí: a finales de los sesenta hizo un maravilloso trabajo con sus obras para la “Orquesta Electrónica Moog”; la orquesta de Mantovani le grabó varios temas, igual que Matt Monroe en inglés; el gran José José e innumerables figuras más incorporaron canciones de Ned en sus repertorios. Ha llenado los más grandes escenarios como el Carnegie Hall, Madison Square Garden de NY., el Megaeventos de México y ‘stadiums’ de todos los países que ha visitado durante décadas, hasta Ismael Miranda anuncia para este año un disco homenaje a Ned.

Chico Buarque preguntó a García Márquez: ¿Si sus libros fueran canciones cómo serían? Y respondió: “compuestas por usted, pero cantadas por Nelson Ned”. ¡qué grande el pequeño!.

sábado, 26 de enero de 2008

lunes, 3 de diciembre de 2007

CELEBRACION EN CODIGO DE BARRA/ Todo tiene su final

NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS....
!!!! SALUD!!!!

sábado, 1 de diciembre de 2007

MIRNA RIOS, DE TAPAS EN CANDELARIA/ Oscar Hernández Bernalette


La ocasión fue perfecta. María Eugenia quería comprarle unos zapatos a Nicole. Dónde sugieres me pregunta, en la Calendaría, respondo. ¿Tu cómo que quieres es una barra y no comprar los zapatos? Las dos cosas se pueden hacer. La Calendaría es eso un gran centro comercial abierto, lleno de tiendas , historias, restaurantes, barras y sueños incumplidos. Recuerdo que cuando jóvenes mucho de los mismos amigos que son asiduos a estos espacios soñábamos con algún día vivir en el corazón de la Candelaria, era la opción de tener nuestra propia “village” en el corazón de Caracas. Una excusa para volver y caminar entre los viejos sueños vale siempre la pena aunque sea para comprar unos zapatos.

Allí estábamos, en una maravillosa nueva zapatería que había descubierto el día anterior justo al frente del restaurante Guernica. Al rato también estábamos sentados en la barra, justo frente a la zapatería. Finaliza la tarde del sábado con el debut de Nicole en la maravillosa barra del Guernica y con zapatos nuevos. El vino, los saludos a los amigos de ronda sabatina y Gustavo Oliveros que paso volando hacia el segundo piso de donde nunca regreso, por lo menos mientras allí estuvimos.

Los quesos, los chorizos y la espera de una marinera que desde la concina advirtieron, “está lista por lo menos en una hora”. Para nosotros los adultos una espera más, para Nicole la incógnita. Sentada con sus piecitos colgando desde las alturas y las papas fritas que la distraían entre una langosta gigante que aun se movía para su asombro y que Meneses se la puso sobre la barra para despertar su curiosidad. En una mesa de esquina, la dueña, la señora Mary, almorzaba entre amigos; enfrente de nosotros una maravillosa mesa con tres damas y un consorte que, entre vinos y espumantes, susurraban suaves entonaciones que se dejaban escuchar para nuestro deleite. Nicole no les quitaba la vista, asombrada entre la langosta y esa gente tan bonita que cantaba como en cofradía.

Al llegar a la mesa contigua, que nos esperaba con nuestro estupendo “arroz a la marinera”, les comente a nuestros vecinos que la niña suspiraba por lo que cantaban; sonrisas, miradas y una cuenta que los despedía por esa tarde. Una de las trovadoras se acerca a Nicole y le regala para nuestra sorpresa un CD,” entre ríos, mirna”. Que algún día los disfrutes y con sonrisas se marcho.

Una dedicatoria y una bendición escrita para Nicole nos delato quien era la amabilidad con voz. Mirna Ríos, aunque era de nuestras época no la reconocimos, pero en retribución a su amabilidad y después de su partida escuchamos sus baladas mientras desde la barra nos enviaban unas grapas para cerrar la tarde. La madera transformada en asidero para “barsianos” quedo sola por un rato en espera de nuevas historias. Nosotros, encantados entre una tarde de compras, buena comida y mejor encuentro con Mirna quien nos dejo en la barra.

jueves, 22 de noviembre de 2007

miércoles, 14 de noviembre de 2007

CALMA , CALMA EN LA BARRA

domingo, 4 de noviembre de 2007

THE ZIMMERS.ANCIANOS CONTEMPORÁNEOS / Carlos Montenegro



Pete Townshend escribió en 1965 algo así como: “espero morir antes de envejecer”. Townshend no sabía entonces que el disco que acababa de grabar con su banda, al cabo de unos meses los convertiría en leyenda del pop y más tarde del rock gracias a una canción titulada ‘My Generation’. La banda compuesta por Roger Daltrey en la voz líder, Keith Moon en la batería, John Entwistle en el bajo y él mismo a la guitarra era simplemente The Who.

En plena explosión musical británica, The Who hizo historia por multitud de cosas, desde sus formidables canciones y óperas como “Tommy” o “Quadrophenia”, su forma de cantarlas y de ejecutarlas – que los convirtió en los principales predecesores del rock duro y del “heavy metal” – y sobre todo sus conciertos en vivo, que terminaban en un caos sobre el escenario destrozando con frecuencia todo lo que había a su alcance, incluyendo sus instrumentos y generando éxtasis entre sus fans.

Pues bien, hace unos meses el Reino Unido nos acaba de enviar otra bomba bajo el nombre de The Zimmers. Los ingleses llaman “zimmer” a esos tubos de metal ligero, que terminan en tres pequeños brazos con unas gomas antideslizantes, es decir esos bastones modernos que los ancianos usan para ayudarse a caminar.

Los Zimmers son una banda de rock y medio siglo después que The Who han vuelto a grabar ‘My Generation’. Pero no son una banda de rock al uso. Todo empezó cuando un periodista de la BBC, Tim Samuels, hizo un programa de TV sobre la marginación que sufren los ancianos británicos, además se le ocurrió la idea de formar un grupo y grabar un disco para llamar la atención de la sociedad sobre el problema. Se asoció con Neil Reed, productor y dueño de un pequeño sello disquero y se pusieron manos a la obra.

El líder de la banda Alf Carreta dice que con este proyecto “siente que vuelve a vivir”, lo curioso es que el señor tiene 90 años, pero no es el más viejo, otro miembro del grupo Búster Martin ya ha cumplido los cien y así todos por el estilo. El productor Neil Carreta fue reclutando a estos bizarros rockeros por diferentes residencias geriátricas donde los Zimmers aseguran que se morían de aburrimiento.

El disco fue grabado en los estudios Abbey Road donde los mismísimos Beatles hicieron los suyos, tardando días y semanas para terminar sus temas. Personal del estudio declaró que The Zimmers terminaron ‘My Generation’ en apenas cuatro horas, además hicieron un video cruzando el mítico rayado que los de Liverpool popularizaron.

La canción y el videoclip fue difundido por radio y TV, lo han visto alrededor de cien millones de personas en unos 50 países, puede decirse que se desató la “zimmermanía”; han girado por los EEUU y actuado en programas tan importantes como “Tonight show” del presentador Jay Leno. En el mes de Octubre comenzaron una gira en Madrid, Barcelona y Alicante (España) y sigue por el resto de Europa.

Grace Cook, integrante del grupo de 83 años, dice que algunos rockeros padecen de stress y de adicción a las drogas, a ella sin embargo le molesta la artritis. Esta banda no está de acuerdo de ninguna manera con lo que escribió Peter Townshend.

Es imprescindible que los vean en: www.Youtube/The Zimmers. Son fantásticos.

© Carlos M. Montenegro

carlos.managerman@gmail.com

lunes, 1 de octubre de 2007

domingo, 30 de septiembre de 2007

DESESPERANZA / Envió Gustavo Méndez

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Oigan a MARIOLGA RODRÍGUEZ cantando "DESESPERANZA", en el IV Festival Internacional del Bolero. La valiosa voz que apreciarán, a veces puede ser oída en los locales con música en vivo en Las Mercedes, como el "Rua's Restaurant". Integra una notable familia de músicos: DORIS quien también actúa por esos lados, y, los 'HERMANOS RODRÍGUEZ' son sus tíos: "De casta le viene al galgo", reza el refrán. Que lo disfruten.
GMA.

martes, 11 de septiembre de 2007

miércoles, 29 de agosto de 2007


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