Mostrando entradas con la etiqueta MADRID. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta MADRID. Mostrar todas las entradas

jueves, 29 de octubre de 2009

ONDA NUEVA EN MADRID / Carlos Montenegro

En 1974 Aldemaro Romero llegó a España, dijo, para quedarse. Tomó esa decisión a raíz de un obscuro asunto cuando dirigía el Poliedro de Caracas, en que le acusaron de muchas cosas, que luego no se pudieron demostrar. Su excelente relación con Caldera, sirvió de base para que el nuevo gobierno de Pérez lo descalificara y se ensañara con él. Estaba muy dolido con la gente de su país, no tanto por sus enemigos, sino por la cantidad de supuestos amigos que a la hora de la verdad escurrieron el bulto, bien es verdad que su particular carácter no le ayudaba.


Su magro equipaje constaba de pocas maletas, un piano Fender Rhodes y un montón de cajas
de madera que contenían cuadros originales, algo que apreciaba muchísimo, y que nunca llegó a desembalar en España. Iba acompañado de un grupo familiar que conformaba la banda de su Onda Nueva.


Sin embargo grabó en Madrid uno de sus más logrados discos; fue en Estudios Audio Film, uno de los mejores de España en la calle Ponzano. Publicado por la CBS Columbia, contenía canciones que hoy son muy importantes en su discografía, entre las que estaban: “Toma lo que te Ofrecí”, que era el título genérico, “De Repente”, “Poco a Poco”, “Coplas a la Polaca”,
“De Polo a Polo” y así hasta diez temas. Durante el período de grabación se hizo asiduo de un restaurante de alta calidad que estaba justo frente al estudio, se llamaba Ayamonte; lo frecuentaban los cantantes, músicos, arreglistas y managers que grababan en Audiofilm, y es uno de los lugares donde se notaba lo respetado y conocido que era Aldemaro entre los profesionales de la música.


No era conocido popularmente y las ofertas de trabajo se limitaban a locales pequeños; Aldemaro nunca las aceptó, decía que la Onda Nueva no se presentaba si no era en escenarios de prestigio con el rango que se merecía. Sin embargo, en los estratos culturales e intelectuales españoles gozaba de gran predicamento, así fue como lo llamaron para dar conferencias, por ejemplo en el Instituto de Cultura Hispánica, cuyo presidente entonces era Alfonso de Borbón Dampierre, Duque de Cádiz primo del futuro rey Juan Carlos I y segundo en el escalafón dinástico de la Casa de Borbón. Las charlas de Aldemaro, sentado ante un piano Steinway & Sons, versaron sobre la influencia de la música española en la América colonial, ilustrándolo con fragmentos musicales magistralmente tocados; trató también de los “cantes de
ida y vuelta” del cante “jondo”, es decir la música andaluza que llegó al caribe cuando la colonia, y regresó a España pasada por el “swing” antillano que los cantaores y guitarristas flamencos readoptaron con nuevas formas. Entre el público se encontraban el enorme guitarrista flamenco Manolo Sanlúcar, y Pepe el de la Matrona (1887-1980), uno de los más grandes intérpretes de cante jondo de todos los tiempos, verdadera institución del género durante el siglo XX. El gran cantaor rubricó todo lo que Aldemaro expuso allí.


Sus expectativas con los importantes amigos empresarios y músicos españoles, a los que había agasajado en Venezuela en los diversos festivales de Onda Nueva no se dieron, algo que le produjo una enorme decepción. Así que, menos de un año después se trasladó a Londres donde su talento fue mejor apreciado.


* En las fotos ,Pepe el de la Matrona y Manolo Sanlúcar


viernes, 24 de abril de 2009

DESDE EL CHARLIE'S BAR / Carlos Pérez Ariza

Querido amigo Pablo, a través de nuestro querido amigo Raúl 'negro' Fuentes me entero de este 'Código de Barra', que me ha resultado uno de los Blogs más etílicamente equilibrados de la WWW, que en estos días está cumpliendo 20 años de ebriedad.

Como quiera que salgo poco, al menos no tanto como antaño, ya sabes la crisis en España es tremenda, pues las barras están inaccesibles, y los casi 4 millones de 'parados' que cobran el paro sin trabajar colman día y noche los locales de este país que, como bien lo definió Cosme Cortázar es una inmensa calle llena de bares. Él se refería a Madrid, donde vivíamos a comienzos de los noventa y la 'marcha' era una delicia, pero no lo dudes aquí hay más barras que en toda la Unión Europea junta, y ya son 25 países. Es que este cachondeo de la crisis no se 'puee aguantá'.

Así que me he inventado una barra solidaria y propia, donde nos reunimos al son de la mejor selección musical cargada en un disco duro digital y multimedia, que se escucha de 'puta madre'.

El personal que asiste es seleccionado entre políticos y periodistas de todas las tendencias, en España son dos: los socialistas y los del PP. Las tertulias están garantizadas.

Del CHARLIE'S BAR saltan rumores que se convierten en noticias verificadas, se programan artículos de opinión que escribimos en los periódicos locales y difundimos por las radios y, además, estamos consolidando esta joven democracia con algunas uniones contra natura entre chicas peperas con socialistas de pro.

En fin, un panorama alentador a golpe de escocés, rones, ginebras y vodka auténtico. También se fuma en general todo lo que queme y huela bien, sin que falten los habanos frescos y olorosos.

El citado CHARLIE'S BAR sito en la terraza de mi casa, domina una vista al Mare Nostrum de primera calidad. Así deben haber libado los romanos aquí y antes los fenicios. Los moros no, porque no bebían alcohol, pobres chicos.

Así, que valga esta breve croniquilla como presentación y, si te parece bien, podemos establecer unas colaboraciones con el magnífico BLOG, como contribución a ensanchar las fronteras, nunca precisas, de las barras mundiales. Desde luego, que si pasas por Málaga, tienes un taburete en el CHARLIE'S BAR.

Salud a los amigos, estamos brindando por todos ellos.

domingo, 29 de marzo de 2009

PRINCIPIOS / Manuel Vicent

TOMADO SIN PERMISO DE “EL PAÍS” DE ESPAÑA , DOMINGO DE PRIMAVERA 29/03/2009

http://www.elpais.com/articulo/ultima/Principios/elpepiult/20090329elpepiult_1/Tes


Es una fortuna caminar en compañía de gente sabia, divertida y escéptica, que esté dispuesta a cambiar cualquier verdad absoluta por un queso de cabra, cualquier honor, premio o reconocimiento por la corona de un sombrero de paja, cualquier clase de eternidad por la embriaguez de la duda unida a la armonía de la naturaleza. Por el contrario, encontrarse con gente de principios sólidos e inalterables es el peligro más grave que puede correr uno en esta vida. Un hombre de principios fue aquel que, sintiéndose puro, arrojó la primera piedra contra la adúltera; es el mismo que te indica con el dedo el camino recto que debes seguir y en cuanto te desvíes será el que te delate, el que te incluya en la lista negra o borre definitivamente tu nombre del mapa. En el caso en que este hombre de principios obtenga un poder absoluto, si además es muy devoto, no dudará en mandarte a la horca rezando por tu alma sin ahorrarse las lágrimas, puesto que también se puede llegar a la extrema violencia a través de la piedad. Huye de ese ser misericordioso que busca tu salvación por medio del terror del espíritu y te obliga a desayunar cada mañana con una rueda de molino. No es ninguna broma aquello que dijo Groucho Marx: "Éstos son mis principios, Si no le gustan, tengo otros". El fanático es capaz de saltar de un risco al risco contrario, ambas cimas situadas a la misma altura bajo un cielo nítido y puro, donde se siente igual de seguro, aunque armado esta vez con distinto látigo. El dogma es una forma de locura, del mismo modo que la pureza extrema alcanza a veces la forma de la más refinada crueldad. Los principios inalterables nos fueron inoculados en una edad muy temprana cuando nuestro cerebro estaba aún desvalido. En la mayoría de los casos aquellos principios fermentaron y se diluyeron en la inteligencia, en la imaginación y en el placer de los sentidos; pero hay personas que conservan incólumes aquellos mitos de la infancia en su cerebro de reptil sin que encuentren salida sino a través de los latidos de sangre que conforman su pensamiento. Hoy es un domingo de primavera y hay dos clases de desayuno. Por un lado, café, tostadas, queso de cabra y alguna duda relativa; por otro, principios inalterables y ruedas de molino.

lunes, 2 de marzo de 2009

CARACAS METAMORPHOSIS 2.0.0.8

Caracas Metamorfosis, Gran Premio del Jurado de 2008Culturas

Madrid. El Ministerio de Cultura de España ha entregado los premios 2008Culturas, un proyecto desarrollado íntegramente en Internet con motivo del Año Europeo del Diálogo Intercultural y creado con el objetivo de generar una plataforma que permita y facilite la comunicación, el intercambio de experiencias y el diálogo entre las distintas culturas.

2008Culturas.com ha estado formado por una Convocatoria de Premios y una Exposición, que incluye obras de artistas como Joanna Quinn, Jonathan Browning, Arnaldo Antunes, Dj Spooky & Talvin Singh, Santiago Sierra, Joan Fontcuberta, Antoni Abad, Mateo Maté, Lars Arrhenius o Donna Conlon.

Los artistas que han obtenido el Gran Premio del jurado, dotado con 12.000 euros, han sido Fernando A. París y Marilyn Birchfield por Caracas Metamorfosis 2.0.0.8, una pieza de videoarte enmarcada en la sección Coordenadas.

domingo, 25 de enero de 2009

NOSTALGIA MADRILEÑA




Mesoneros de la Puerta del Sol, torneo después de la jornada, Tranvía en la Puerta del Sol, Ribera de Curtidores en El Rastro y congestión en la Gran Vía.

miércoles, 9 de abril de 2008

PRIMAVERA EN MADRID © Carlos M. Montenegro

Esta primavera madrileña la verdad que está un poco antipática en lo que se refiere al clima, pues recibe a los visitantes con unas temperaturas ciertamente hostiles para los que esperan ese suave calor madrileño de Abril. Los nativos andan un poco escamados, porque además Marzo les escamoteó una semana de bochinche, ya que coincidió el puente de San José (día del padre aquí) con las Fallas de Valencia y la Semana Santa, y eso significa que las playas se llenaron igual que los hoteles, por lo que se quejan de que podía haber sido en dos tandas – por aquello del doble beneficio supongo – claro que en lo de quejarse son unos campeones. Uno los primeros días no sabe a qué atenerse; al mirar alrededor todo parece estupendo, sobre todo a los bolivarianos de a pie, que llegamos con enormes ganas de perder de vista aunque sea por unos días la atmósfera tan particular que flota en la Sultana del Avila. Pero al entrar en contacto con los indígenas en las barras de las tascas, con sus suelos alfombrados de peladuras de gambas, huesos de aceitunas y servilleticas de papel arrugadas, a la espera del próximo escobazo – “me permite el señor un momento”, y lo dejan todo limpito, casi brillante, hasta dentro de un rato que ponen todo perdido de nuevo – uno empieza a creer oyéndolos que España es un desastre, que ya la vida no vale nada y que están en continuo peligro de muerte.

Ante semejantes aseveraciones, con toda la seriedad que solo los asiduos de las tascas suelen imprimir a sus categóricas afirmaciones, uno de entrada se mosquea, pero al cabo de un rato, tras comprobar que sigo vivo, cojo aire, y entiendo que las causas son diferentes a las que se pueden esperar en Caracas. El riesgo puede que exista, pero debe ser a morir por una dentellada de la pinza de un bogavante (especie de langosta), o uno de esos centollos de Galicia tan amenazadores que sirven en las barras, o tal vez de una intoxicación súbita por una ostra que sorteó el severo control sanitario; también puede ser debido al alto riesgo que tiene ese jamón ibérico o el chorizo riojano, que quién sabe, pueden ser portadores de algún maligno virus, o incluso un atracón de fabada asturiana, tras tanta insistencia a que repitamos ración y que tanto cuesta convencernos, sin contar esos “caldos infecciosos” (digo yo) de Valdepeñas, Ribera de Duero, Jerez e incluso Rioja: “hazme caso que ya no sabes ni lo que te van a dar estos tíos” te dicen, recalcando el peligro al que estamos expuestos por esos desconsiderados taberneros tan poco confiables; uno por dentro piensa que esto debe tener mucho peligro.

Tal vez en somos afortunados sin saberlo y sea mejor y menos riesgosa esa dieta frugal que practicamos a la fuerza en Venezuela o… ¿no será que se quejan de vicio?

Pero aseguran que no, es que además de eso tienen enormes razones para ese “sinvivir” al que les tiene sometido el “stress” con el gobierno del país, que después de una agobiante campaña electoral de dos semanas aún no les ha informado el presidente, diligentemente, qué nuevos ministros habrá en el próximo gabinete. Es que no cuentan casi nada, vamos que son peor que Luís Aragonés seleccionador español de fútbol, que no se digna hasta última hora decirles si Raúl va o no va en el próximo amistoso, y por si fuera poco el Renault de Alonso no anda nada; “Dime en serio, ¿tú crees que esto es un país normal?” Yo, la verdad, pensándolo bien y viniendo de donde vengo, pienso que no, que estoy de acuerdo con ellos, y así se lo hago saber; y a continuación viene la consabida pregunta aunque no les interesa mucho la respuesta: “¿y cómo están las cosas por Venezuela ahora?” Ante ese dilema he encontrado una bastante buena, como para que no sigan preguntando simplezas y les suelo decir: “empeorando satisfactoriamente”. La mayoría se quedan tan tranquilos, luego decido “jugarme la vida” otro ratito, cuando el hombre con un tono autoritario le grita al barman: “¡Manolo, ponle al señor otro vino y una tapa especial para que pase el mal rollo!”, y yo sumisamente acepto, no sea que se arreche y resuelvo con audacia poner en juego mi vida con otro vino más, antes de correr a resguardarme de país tan peligroso.

carlos.managerman@gmail.com

domingo, 17 de febrero de 2008

A UN MES DE ADRIANO/ Tulio Monsalve

Es sólo un mes. Debo decirte que en este mínimo lapso que también incluye distancia, mucho se ha dicho y escrito sobre tu persona y obra. No te tengo ni tendré como ausente, sólo como escapado del diario hacer de esta complicada realidad. Desde siempre te escuché hablar y analizar lo que amigos comunes, Edmundo Aray, llamaba los delirios del Capitán Ahab persiguiendo una ballena blanca, bella y terrible asesina de la cual, sospechamos siempre, estuvo enamorado. Empresa que inexorablemente agotó su vida, quizás, hasta llevarlo a la muerte. Así de terribles son las quimeras.

Como en toda utopía el capitán no estaba solo, lo seguía una tripulación, algunos, quizás esperando cobrar la moneda de oro que había martillado en el palo mayor para quien primero avistara la ballena. ¿Avaricia?. Otros tripulantes, por saberse cómplices del momento de inmensa felicidad que alcanzaría el viejo Ahab si mataba a quien le había robado su pierna. ¿Felonía?. Otros quizás lo seguían para saber que pasaría luego de la muerte de la fiera, vaticinaban que ello sería también el fin de la vida del Capitán. ¿Utopia?.

¿ Cual era el Techo de la Ballena?, sencillamente un lugar de sueños, océano de cosas remotas que solo estaban en el corazón de cada uno de los aplaudimos las infinitas arbitrariedades que allí se les ocurría, a Contramaestre, Montillita, Caupolicán, Edmundo, Adriano y Daniel, que hacían política con alma de poetas.

Lugar de aventura y vida, ideas, sueños y muchas cervezas, regueros de cerveza e ingenio que comenzó en el Bar Iruña, en el centro de Caracas, fue a una calle cerca de Cuchilleros en Madrid, volvió para vivir en El Viñedo y fijar residencia en un garage de Sabana Grande y allí alojar a todos los oficiantes de la imaginación y el vuelo nocturno que fue el mundo ballenero.

Pero en los años sesenta, en Venezuela, cualquier viaje a la fantasía por mundos nuevos era peligroso, al realizarlo, solo logramos conocer algo de nosotros mismos y del mundo que vivíamos. Estuvimos como peregrinos medioevales convencidos de que el viaje al Santiago de la democracia no lo lograríamos, pues este era un buque fantasma manejado por espectros que escondían fines poco confesables. La vida parece que nos dio la razón.

Nuestra ceguera consciente, nuestra ballena, nos advertía de los peligros de ese poder sin responsabilidad social que enfrentábamos, asi vimos como abundaba el trastoque de los fines verdaderos por otros falsos. Como se sacrificaba el bien tenido por colectivo en aras de la libertad abstracta de las necesidades del comercio y la trácala; y que este, sería el patrón de vida de los gobiernos que luego vimos desfilar en comparsa, carnaval tras carnaval.

La realidad de que llega, llega, y de que golpea duro y en la cara ni que decirlo, eso le pasó a Adriano, cuando fue detenido por ejercer su natural oficio de escritor. Por cumplir lo que el compromiso del destino y la gravedad de sus sueños impuso: escribir. Por hacer bien lo que su ingenio le disponía y sus artes narrativas le imponían, narrar, sentir y expresar a través de los textos, en fin, comprometerse con lo que un buen ballenero debía hacer, desmontar la tramoya de la política “democrática” de Rómulo Betancourt.

Mañana del 1 de mayo de 1962, una vez mas –con espíritu militante- fuimos al eterno y ya repetido y fastidioso desfile y volvimos a ser repelidos por los mismos cabilleros adécos de siempre dirigidos por el Negro Herrera, que no aceptaban la presencia de la izquierda, menos mal que ese día tendría lugar otro evento cuyas repercusiones tienen vigencia 48 años después. Caupolican Ovalles iba a presentar su poemario “Duerme usted, señor Presidente”. Después de este libro la democracia betancurista se hizo palpable, en sus verdaderos métodos, Caupolican, tuvo que huir violentamente en Colombia y Adriano fue detenido en la Digepol. Sin duda que el poema era una provocación y la respuesta fue violenta. Según dice Adriano: “Caupolicán tuvo que irse al exilio porque lo querían matar y a mí me agarraron preso”. A Adriano, lo agarran en el aeropuerto, y fue a parar a Los Chaguaramos, urbanización donde se encontraba la sede de aquella siniestra policía del régimen adeco.

Síntesis: Adriano fue encarcelado por esa singular democracia adeco copeyana acusado del gravísimo delito de haber escrito el prólogo del libro ¿Duerme usted, señor presidente?.

En los días siguientes tenía que ir la Digepol, de visita, para entregarle un remedio a un amigo detenido, cerca del lugar me topé con Gonzalo Castellanos, el arquitecto, quien me pidió que, si se podía, le preguntara a Adriano por un escrito sobre Cuba que él le había entregado. Quería recuperarlo pues lo estimaba algo peligroso. Pude entrar y entregar el remedio, convine con el amigo que tratara de que Adriano estuviera cerca de las rejas y que disimulara para poder preguntarle algo que me interesaba. En eso estaba, cuando fui sorprendido por el guarda presos, que se adelantaba para evitar que continuara preguntando. El policía -- hay que considerar que allí solo habían o políticos o intelectuales presos, y por lo tanto, se suponía, él debía hablar de forma tal que correspondiera con el nivel de los encarcelados -- así, con firmeza y palabra cuyo tono pretendía culto o refinado, dijo grandilocuente mientras se acercaba …. rolo en mano: “mucho conversándome con cuyo detenido”.

Entre desenmascarado y temeroso decidí dar por terminada la gestión, evitando por razones evidentes, llegar a reírme como era obvio.

Hoy no te veo, pero igual estás presente entre todos los que siempre peleamos contigo y mucho te admiramos. Si por allí te topas con el Capitán Ahab pregúntale quien se quedó por fin con su moneda de oro.

Tomado del Prólogo que le causó el carcelazo de Adriano Gonzalez León:

“Se trata de una poesía que se da como una necesidad cotidiana.

Sobre todo, se trata de un rechazo definitivo de lo encadenante poético, mientras se afirma, ya que no un derecho a decir, sí una posibilidad de maldecir. ¡MALDECIR! “


Click aquí