miércoles, 30 de junio de 2010

IMÁGENES URBANAS EN LA TERRAZA DEL MERCADO

CELEBRACIÓN EN CHACAO

EN LA BODEGUITA DEL MEDIO

En la foto Oscar Hernández en sus años mozos de Diplomatico.Cnel Oscar Hernández Castañeda,Billy Castañeda y Luis Leon.

Lugar ,La Habana ,La bodeguita del Medio


EL SUPER CLAN

miércoles, 23 de junio de 2010

SIN SACACORCHO

martes, 22 de junio de 2010

ÓRALE MONSIVÁIS

Queridos amigos, lamento comunicarme con ustedes en esta ocasión de duelo: Carlos Monsiváis se ha ido. Quienes todavía no salimos del shock recordamos el verso de Borges, ¿Quién nos dirá de quién en esta casa sin saber nos hemos despedido?, que Tomás Eloy Martínez, otro amigo que partió, solía citar con asiduidad.

Quisiera compartir con ustedes un homenaje preparado por http://www.prodavinci.com/con las contribuciones de Juan Villoro, Fabrizio Mejía Madrid y este escribidor. Ojalá tengan la oportunidad de visitarlo.

Saludos y abrazos,
Boris Muñoz
Nieman Fellow 2010 boris_munoz@havard.edu
Saludo triste al último rebelde librepensador:

Carlos Monsiváis/ Boris Muñoz
21 de Junio, 2010


FRAGMENTO
(…) Por otro lado, Carlos Monsiváis era un apasionado de la gente, uno de los poquísimos escritores capaces de vivir la ciudad a través de su caos. Abrazó a la multitud retratándola y descifró su sensibilidad confiando al mismo tiempo en su fuerza democratizadora. Paralelamente, fue el adversario tenaz de la tradición autoritaria mexicana y latinoamericana, uno de los escasos militante de izquierda ferozmente independiente de dogmas y teologías. Mantuvo su conciencia con los reflejos en alto y en plena forma hasta el final. Por eso nunca condescendió al pensamiento fofo, tan al uso de quienes entronizan el populismo autocrático como único camino hacia la justicia social. Ni se fue a la cama con el líder máximo de turno.

Separarlo de la escena política era difícil, pues lo rodeaba por todas partes. Incluso llegó a protestar con aflicción contra la invasividad de la política, que había llegado a convertirse en todo y nada al mismo tiempo, un abismo negro que se traga la creatividad de los individuos y es la muerte espiritual de los pueblos. Sin embargo, cuando esto sucedía aparecía un hombre enamorado del arte. Una noche, durante una visita a Rutgers University, fuimos a cenar con Tomás Eloy Martínez –otro maestro que se llevó la parca. Era el primer encuentro a tres bandas entre dos cinéfilos empedernidos. Ambos pasaron toda la velada citando películas, cada una más rara que la otra, compitiendo para demostrar quién sabía más de cine estadounidense de los cincuenta. Ninguno bajó la barra de su exigencias ni rehuyó las emboscadas sutiles que le tendía el otro, aunque Tomás Eloy admitió estar impresionado por la memoria wikipédica de Monsi. Al final, cada uno por su lado, se autofelicitó narcisísticamente reconociendo en el rival un dominio amplio en el concurso de trivia hollywoodense. Yo me sentí premiado como testigo de excepción de ese duelo espléndido entre dos maestros que a su vez encarnaron el alfa y el omega de la crónica contemporánea, pues cada uno por su cuenta reiventó el género a su medida.

Ubicuo, omnívoro, grafómano, sardónico, brillante, auténtico, militante, librepensador, generoso, honrado, obstinado, melómano, rebelde, desmesurado, risueño casi tierno, se ha ido Carlos Monsiváis, conciencia de México y faro intelectual de América Latina. Su obra es en buena medida el equivalente literario al soundtrack de mis veinte. Desde Amor perdido y Días de guardar, pasando por Nuevo Catecismo para indios remisos y Entrada libre, hasta llegar a Los rituales del caos y Aires de familia, cada libro remite a un nuevo descubrimiento y a una estación definida de mi educación intelectual.

Sobra decir que es una pérdida irreparable. Sobra decir que lo echaré de menos. Órale.







jueves, 17 de junio de 2010

HERMAN SIFONTES /Julio Bolívar


“…La generosidad un sentimiento indeclinable”
Eugenio Montejo
No puedo recordar la fecha exacta desde  que conozco a Herman Sifontes. Me imagino que esto le pasa a mucha gente cuando  se trata de personas que por arte de ser  especial, generosos y estimulante a tus ideas se hace parte de tu vida diaria, como se dice: parece que lo conocieras de toda la vida.
Creo que fue en Mérida en una de sus bienales dedicadas a Mariano Picón Salas cuando cruce ideas con él, junto al excelente escritor y mal director de bibliotecas Fernando Báez, el poeta Luis Alberto Crespo y el flaco Juan Villoro, fiesta que organizan con paciencia oriental Diómedes Cordero, Gregory Zambrano y el ingeniero y narrador japonés Ednodio Quintero, acodado en  Mérida desde hace años. Desde ese tiempo Sifontes y sus empresas apoyan este maravilloso encuentro. A veces pienso que fue en el IESA, junto con Sergio Dahbar, el ideólogo de El Librero, reeditábamos un libro fundamental de Finanzas, de Urbi Garay y Maximiliano González, por supuesto apoyado por Econoinvest; no estoy seguro pero creo que fue en la semana de la narrativa joven que fomentan los Torres (Héctor y Ana Teresa, por cierto no se parecen en nada, creo que no son hermanos, aunque se tratan como si lo fueran) en Chacao. Otras semanas pienso que fue en su oficina, hablando de un poeta ruso llamado Joseph Brosky.

Siempre me lo encuentro por estos días de junio en Carora. Allí los León: Armando y Jesús Enrique uno poeta y el otro también, uno más banquero que el otro, junto a Úrsula Rey artista plástico y una banda de poetas adolescentes (algunos y algunas han crecido, como Olimpa Bracho la extraordinaria poeta del Cardonalito) organizan un encuentro gigantesco de talleres literarios en Carora, transcurre una semana de lecturas y discusiones en torno al arte en todas sus manifestaciones. Todo esto bajo la sombra de la Fundación Guarimure , el grupo de empresa de Econoinvest, y de los amigos . Junto con escritores de fuste como el narrador José Pulido, Petruska Simme, Juán Páez Ávila, y el poeta Orlando Pichardo, andan economistas como José Gonzales, y de pronto aparece, como de la nada, a medianoche, silencioso como los fantasmas Juan Calzadilla y ocurre el milagro del encuentro alrededor de la palabra. Pero creo y estoy casi seguro que fue en la Gran Pulpería del Libro, en donde nos presentó el historiador y magnifico librero Rafael Ramón Castellanos en Chacaíto. Yo buscaba libros antiguos y él fotografías, creo que lo acompañaba Federico Pacanins, un tipo alto, parecido a un inglés que sabe de música cantidad y de la Billo y Rafa Galindo, me dicen.
Pero a veces me asalta la idea de que fue en Mene Grande, en el edificio de la Francisco de Miranda, no en el pozo seco al sur del lago, presentando un libro, o fue en los 10 años de Tal Cual, donde el Teodoro Petckoff se mandó un discurso como él acostumbra: inteligente y retrechero; yo bebía un vino tinto por insistencia de Teódulo López Meléndez y el impresor Juan Carlos Morón. Veníamos de la feria del Libro de Chacao y Armando León andaba con su chamaco comiendo helado de chocolate y hurgando en los stands de libros de esa esplendorosa feria municipal, allí mi amiga Rosa Virginia Urdaneta me había hablado de Herman también. 

A veces lo he visto discutiendo con los pesimistas de la economía, los hombres cultos del dinero y me sorprende ver y escuchar, su fe en el país y sus emprendedores, objetivo, sin estridencia, pero firme en sus creencias,.  Nadie sabe qué edad tiene, pero se trata de tú a tú con el Historiador Guillermo Morón.  Allí vi, en casa de Morón, por primera vez la colección completa de las ediciones de la Fundación Cultura Urbana. Un trabajo editorial muy importante. Pude tocar con placer ese magnífico libro que recoge la historia fotográfica del país.
Ya sé, ahora que recuerdo fue Vasco Szinetar el que me habló de él, o me lo presentó en la avenida Urdaneta. En fin, tal vez haya sido Rafael Arráiz quién me dio noticias de este señor de lo afirmativo, este amigo que parece de siempre, que me contó del origen de su familia y del emprendedor que fue su padre, en tiempos en que  la palabra emprendimiento no existía, el que en un almuerzo privado comentaba que para conocer más o menos bien un oficio se requerían una diez mil horas de trabajo y estudio, sobre ese oficio o profesión que uno escogiera. Él tiene ese oficio y seguro de que tiene más de diez mil horas de trabajo en el oficio de generar riqueza para un país.

SAMANTA CON EL PIANISTA EN SHANGAI

CUANDO QUIERO GLOSAR NO GLOSO

El Caballo de las Coplas
de Graterol Santander
es pelo ruano, cocuizo
los cascos color de miel
ojos amarillos claro
tirando al araguaney
que anda bebiéndose el aire
en atropellos de sed
Arjuna Castro CastillO



CUANDO QUIERO GLOSAR NO GLOSO

El Caballo de las Coplas                                   
De Graterol Santander
Paró su trote señero
Me lo acaban de decir
Se nos fue el gran compañero
Del verso y del romancero
A descansar en los llanos
O a jugar en los esteros.
Del camposanto llanero.

Salúdame a Carlos Eduardo
A Balbino y Pancho Pepe
No te olvides del Gallego
De Musiquito y Rubén

Corazón de pueblo puro
Que suelta el verso coplero
Llanero de recio cuero
Amigo sin condición

Si te fallo el corazón
O se te fueron los tiempos
Tu recuerdo imperecedero
Sigue corriendo sabana

Y con cuatro y con maracas
Al son de un  verso dolido
Mi corazón se desgarra
Al saber que tu te has ido

Pero tu verso presente
Mordaz y tan altanero
Siente el humor de tu gente
Que te recuerda en la calle

En el Carso y en la Agencia
En la prensa y en la casa
Pensando que es lo que pasa
Que se nos van los del cielo

Y quedando en este suelo
Aquellos que nos envenenan
Con su verbo tan distinto
Al tuyo, diracharachero

Simpático y atrevido
Inteligente y mordaz,
Y que no se quede atrás
El que nos tiene jodidos.

.Alfredo Stelling Cróquer                                  Jueves 11 de Junio 4:45 pm

sábado, 12 de junio de 2010

BUFÓN BUFO/ Raúl Fuentes


De la familia Bufonaide y del género Bufo, el sapo (Bufon Bufo) es un anfibio rechoncho, verrugoso y de ojos saltones que se alimenta de insectos - ¡en granes cantidades! – y, por ello, se le considera beneficioso para la agricultura. Por las noches, hace circular el aire procedente de sus pulmones hasta las cuerdas vocales y el sonido que esta operación produce es amplificado por sus sacos bucales, lo cual indica que anda buscando sapas, porque sólo canta el macho. Y cantar es un decir,  pues se trata más bien de un monótono ronquido que nada tiene que ver con trinos o melodías, Dicen los especialistas que hay cientos  de tipos de sapos, pero no todos habitan en charcos, lagunas y pantanos. Los hay que viven en reinos encantados y que con su croar logran a veces convocar a una hermosa doncella para que les besen y, así, convertirse en príncipes. Yo conocí uno que sabía contar y cantar. Fue besado por la Diosa de la inteligencia, la sensibilidad y el buen humor para que lidiara con gallos pelones y camaleones e hiciera del verso y la copla medios excepcionales para la comunicación de ideas de toda índole en todos los terrenos imaginables.  Se nos acaba de ir por la tangente en maniobra bufa y principesca, pero deja tras si un estela de poemas, canciones, anécdotas y mamadera de gallo dignos de una grandísimo jodedor. A donde quiera que hayas ido, Sapo: ¡te queremos!





miércoles, 9 de junio de 2010

LA CULTURA URBANA Y ECONOINVEST / Joaquín Marta Sosa


Fragmento del artículo de Joaquín sobre  la contribución al país de la Fundación para la Cultura Urbana y el Grupo de Empresas Econoinvest

Versión completa en
http://prodavinci.com/2010/06/08/cultura-urbana-y-econoinvest-en-el-corazon/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Prodavinci+(Prodavinci)

(...)
De allí que la intervención de una Casa de Bolsa de la transparencia, rectitud, magnitud, y éxito de Econoinvest, nos sacuda como un despropósito, nos parezca una incongruencia mayúscula. En el socialismo no hay Casas de Bolsa, se afirma (y ya no es verdad del todo), de allí que entre otras, por esa causa en el socialismo al que se alude lo que sí abundó y abunda para la mayoría es el empobrecimiento y la miserabilización de la calidad de vida.
Pero hay más, esta empresa la fundó y desarrolló un grupo de venezolanos, en Venezuela, jóvenes todos ellos, con una demostración incontestable de la capacidad emprendedora atesorada en el país. Grupo que, además, emprendió formas modernas, originales y eficaces para estimular el ahorro, convertir a miles de personas en accionistas, facilitar créditos con claridad y celeridad para que la vida económica nacional pudiese mantenerse a flote, desatascar el mercado de divisas para que el país no se asomara a una escasez ponzoñosa, para abrir rendijas al irnos deslastrando del peso de la “petroeconomía”. Todo con tal grado de apego a leyes, normas y reglas, que se desmintió ese aserto de que sólo al margen de la legalidad se alcanzan resultados importantes.
Pero Econoinvest no se redujo a cultivar su jardín, a ensimismarse en su triunfo como proyecto empresarial. Gracias a los resultados que obtuvo, decidió invertir, desde un espíritu que ya se creía perdido, el del entusiasmo de un mecenas renacentista, en, por ejemplo, el patrocino del programa de Nuevo Periodismo Iberoamericano, el proyecto de recuperación de las ciudades venezolanas (Cien ideas para Caracas, para Valencia, para Maracaibo…), la invitación a intelectuales y escritores mayores de nuestro tiempo, a figuras del urbanismo, a Alcaldes con experiencias triunfantes a cuestas; también a tejer relaciones con el mundo cultural, periodístico y empresarial colombiano como un modo de aliviar tensiones en cuya persistencia sólo pierden los dos pueblos.
Pero, en especial, resalto esa obra espléndida que es la Fundación para la Cultura Urbana, bajo la responsabilidad de Rafael Arráiz Lucca, con su reconocidísimo Concurso Anual Transgenérico, su extraordinario, en calidad y cantidad, fondo editorial, su rescate de la historia y de la memoria fotográfica y musical nacional. En fin, un poderoso impulso moderno e innovador para la vida cultural, intelectual, urbana del país que, hoy por hoy, es tan indiscutible como reconocido.
Que el resultado de este esfuerzo, de esa energía invertida incondicionalmente en Venezuela por venezolanos, corran el peligro de resultar baldío, incomprensiblemente asediado, nos mueve a estupor pues si bien acaso no todos seamos Econoinvest, si lo fuésemos el país sería irreversiblemente mejor.

martes, 8 de junio de 2010

UN MECENAS VENEZOLANO/ Héctor Abad Faciolince


Versión completa en
http://www.elespectador.com/columna-207068-un-mecenas-venezolano

Desde hace diez días está preso Herman Sifontes, un gran empresario y mecenas venezolano. Desde su Fundación para la Cultura Urbana y desde Pro Davinci, este banquero excepcional ha sido un gran impulsor de la música popular venezolana, de la fotografía histórica, del urbanismo, del periodismo y de la literatura. Pero de un momento a otro, por el único pecado de ser rico (no porque haya robado, sino gracias a un trabajo serio en la banca y en la bolsa), se ha convertido en enemigo del presidente venezolano, que ordenó su arresto con motivaciones absurdas y sinuosas.

 El coronel Chávez dijo esta semana que les declaraba la guerra a los ricos. Como sus políticas económicas son un tremendo fracaso, tiene que buscar un culpable, y nada mejor que meterse con lo poco que queda de la empresa privada venezolana: Polar y algunos bancos. La labia de Chávez es incontenible: uno apaga la radio y él sigue hablando; uno apaga la televisión y él sigue hablando; uno se duerme y él sigue hablando; uno se despierta y él sigue hablando. Y en su verborrea incontenible su última obsesión es que “los ricachones se irán al infierno”.
.
Herman Sifontes y sus compañeros de Econoinvest son presos del Presidente, no de los
jueces. Él ha resuelto que todos los banqueros son ladrones. Ese es un viejo mito de la izquierda y tener preso a un banquero da réditos políticos. Venezuela tiene una economía distorsionada; para empezar, no se sabe realmente cuánto vale un dólar. Y los boliburgueses (los funcionarios del régimen que se han vuelto millonarios gracias a esta distorsión) han usado  los bancos, con herramientas que eran legales, para jugar con esa distorsión del dólar a tres precios: uno oficial, otro legal, otro real. De repente Chávez cambia la ley, y decide que son delitos retrospectivos aquello que se hacía según la ley anterior.
 Herman Sifontes es un mecenas que ha hecho muchísimo por la cultura venezolana. También por la amistad cultural entre nuestros dos pueblos. Es un hombre sereno y bondadoso al que, cuando se le preguntaba por qué no se iba al exilio, decía que confiaba todavía en la capacidad de regeneración de Venezuela. Ahora es un símbolo más de las infamias de Chávez. ¿Los banqueros son ricos? Claro, en cualquier parte del mundo. ¿Por qué? Porque todos los que tienen un ahorro, de izquierda o de derecha que sean, cuando lo meten a un banco, no quieren perder su plata y quieren recibir los mayores intereses posibles. Nadie le entrega su plata a un banquero pobre y le dice: “Aquí están mis ahorros, págueme lo menos que pueda”. Los bancos ganan porque todos somos codiciosos. ¿Quieren cambiar esta regla del capitalismo? Cámbienla. Pero no metan presos a los que jugaban limpiamente con las reglas anteriores. Eso es infame.
Héctor Abad Faciolince
FOTOGRAFIAS: Herman Sifontes se dirige al auditorio que asistió a la apertura de la moderna Sala Eugenio Montejo en IESA, equipada y acondicionada por Econoinvest. En ese homenaje a Montejo habló el poeta Rafael Cadenas y participaran decenas de intelectuales venezolanos.

miércoles, 2 de junio de 2010

CHORONÍ,PARAÍSO PERDIDO / Luna Benítez

La decisión de adquirir una pintoresca vivienda de descanso en Choroní, lo determinó la placidez, la gracia del pueblo y la integridad de su gente. Este paraíso que nos pertenece a todos, devino en total degeneración que también nos pertenece a todos. La deficiencia de servicios públicos, la delincuencia, el ruido, la inmundicia, las fallas de electricidad, la sobrepoblación y sus flagelos léase desgaste de los valores, invasiones, prostitución, comercio de sustancias ilegales, y para colmo la inseguridad y los ladrones son las condicionantes que hoy definen el rostro del antes apacible pueblo que, todavía y a pesar de tanta pesadumbre, sigue siendo uno de los más bellos de Venezuela, pues concentra el prodigioso parque nacional Henry Pittier y sus playas.
Hacía como dos años que no visitaba la casa familiar en Choroní, precisamente por lo antes descrito. El pasado miércoles 26, a las 8 pm un delincuente sorteó los tejados coloniales de muchas viviendas y por el techo accedió al interior de nuestra casa donde recostada releía  la trágica vida de Raskolnikof , ese personaje a través del cual Dostoievski en Crimen y Castigo se encarga de recordarnos que quizá “lo que más temor inspira a los hombres sea aquello que les aparta de sus costumbres”.
El ladrón, un prietazo fornido, de unos 1,70 mts de estatura, descalzo, torso desnudo, vestido de short azul y franela en la cabeza a modo de pasamontaña donde resaltaba el blanco de sus ojos negros, arrebató mi bolso de mano y como un celaje salió por donde entró. Se perdió en la noche oscura, pues en el pueblo de Choroní el alumbrado público brilla por su ausencia en la noche mientras que en la playa está prendido durante el día. A mis gritos de alerta llegaron vecinos y policías. De nada valió: quedé sin identificación, cámara, dinero, efectos personales. Todavía siento vértigo por sentirme vigilada en mi propia morada y recrudece la impotencia y la furia de no poder hacer más para extirpar la adversidad y el desgaste social cada vez mayor que se cierne sobre nuestro país.
Luna Benítez
Periodista

martes, 1 de junio de 2010

TEQUILA / Liko Pérez


El agua dulce que produce el maguey, al ser cercenado de su espiga, y embotellada durante 24 horas, se convierte en pulque: fermento pastoso que bebían los chichimecas y que aún, con o sin gusano, se puede beber por estos lares. Sin embargo, no todo lo que fermenta se puede convertir en Tequila.
Ya dejados atrás los entrecortados valles de Teotihuacán en el DF de México, enfilamos hacia Guanajuato y San Miguel de Allende, donde los guías mexicanos, agradables pero decididos, se esfuerzan en cementar la importancia patriótica de dichas ciudades (así como ha sucedido en cada contacto con cualquier ciudadano de este país).
De Guanajuato a León y de León a Guadalajara, se extienden las famosas planicies de Jalisco, tan mentadas en aquellos corridos mexicanos que antaño, de niño, fascinaban mi imaginación: el zorro, las momias y los ilustres precursores de la independencia de México se acumulan a borbotones en mi imaginación y trastocan la verdadera realidad que hoy estoy viviendo.
Desde Guadalajara, serpenteando hacia el Pacífico, aparecen paulatinamente, de lado y lado de la carretera, las infinitas hileras de agave azul. O más bien, diría yo, de agaves de un extraño verde azulado que cambian de tonalidad según los toca la luz.
La tierra árida y roja, va quedando escondida entre los estrechos surcos que separan las infinitas hileras de agaves. Y de esta manera, caprichosamente, los áridos campos parecen transformarse en mares verde-azules que con fingida brisa logran apaciguar el intenso calor.
El sol es inclemente y los sombreros de paja, o de fibra de agave, son una necesidad en esos campos abiertos, ocasionalmente adornados por algún arbusto o chaparral protector.
La famosa “ciudad” de Tequila, es más bien un pueblito campesino rodeado de un mar de pencas, tunas, magueyes y agaves de distintos tipos. Y si no fuera por esa virtud ecológica original, con toda seguridad, estaría simplemente rodeada por un peladero de chivos. Pero no, aquí se encuentran y se producen las más codiciadas marcas de tequila del mundo, producidas, estrictamente (y con denominación de origen controlada), de agave azul.
Del corazón (o “la piña”) del agave, se obtiene la materia prima para producir el tan conocido trago. Y de cada piña, sancochada al vapor durante 36 horas, se sacan hasta 7 litros del codiciado licor.
Llegar como llegamos (como invitados especiales), a la “Casa Cuervo”, fabricante de tequila desde tiempo inmemorable, es algo de agradecer. Los amplios patios de las casas coloniales que conforman la factoría, las interminables degustaciones de cada tipo de tequila (que son muchos) y las metódicas explicaciones sobre las bondades de esa bebida espirituosa, van creando una borrachera amena, poco dramática, y sobre todo deslastrada de todos aquellos exagerados clichés que las rancheras y las películas mexicanas han ido dispersando por toda la humanidad.
Un incontenible mar de “margaritas”, degustadas bajo las frescas arcadas de uno de los patios más sublimes de la casa de nuestro anfitrión, terminó por confirmarnos que los cocteles de tequila, aunque se aprecien donde sea, saben mejor aquí.
Ya de vuelta a Guadalajara, cargados de recuerdos y de varias botellas del mejor tequila “reserva de la familia” de la Casa Cuervo, enfilamos directamente a nuestro hotel para salir de nuevo. Salimos con apuro, y con la esperanza de encontrar el mejor “Pozole” de la ciudad; o por decirlo en criollo:


en busca del impar reconstituyente (saca ratón) que esta bienaventurada tierra le ofrece a todos sus pecadores (un Pozole sublime que es comparable a nuestros benditos “nerviosos”, o a cualquiera de nuestros más apreciados “sancochos”).
México lindo y querido…que digan que estoy dormido…
Salud y buen apetito
Estocolmo, 2010-05-13

EL ALQUIMISTA



Cuando envejecemos comenzamos a dudar de nuestra capacidad de “Hacer la diferencia”. Nos sentimos sin capacidad de producir cosas nuevas, es en estos momentos que nuestras esperanzas son alimentadas por realizaciones notables de personas mas viejas que nosotros, que han tenido el coraje de aceptar los desafios que  la vida presenta en la edad avanzada.

Harold Schlumberg es una de esas personas

- “Muchos me preguntan, qué hacen los ancianos despues de jubilados?” -
- “Bueno, yo tengo la suerte de ser graduado en ingenieria química y una de las cosas que más me  gusta hacer es transformar cervezas, vinos y otras bebidas alcohólicas en orina”

¡¡¡HAROLD  UN  MOTIVO  DE  INSPIRACIÓN !!!

ALCABALA ABARROTADA

PAN LÍQUIDO/ Miro Popic


 Se equivoca una vez más, señor Presidente, la cerveza es una necesidad nacional y las empresas Polar más todavía. La cerveza es tan vieja como el pan y debe tener unos 12 mil años de antigüedad. Si no fuera necesaria, no habría durado tanto, ¿no le parece? Las pruebas más  antiguas de su fabricación datan de 3.500 años antes de Cristo y se ubican donde actualmente están sus amigos iraníes, cuando esas tierras se llamaban Elam.

¿Sabe cómo le dicen los checos a la cerveza? ¡Pan líquido! Es más, el nacimiento de ambos productos tiene un mismo origen. Todo fue producto de la casualidad. Tanto para hacer pan como para hacer cerveza se requiere sólo de harina y agua. Si uno pone más harina que agua se produce una masa que luego de transforma en pan.

Si uno pone más agua que harina y se deja fermentar se consigue cerveza. Así lo comenzaron a hacer en Mesopotamia, ahí, cerquita de Teherán, donde usted estuvo hace poco, dando lugar a un proceso que luego sufrió perfeccionamientos pero que básicamente es el mismo.

Por eso se considera a la cerveza un alimento.

Es más. En algunas culturas, la cerveza tenía un carácter sagrado y al proceso de fermentación le atribuían propiedades mágicas. Hay ilustraciones antiguas donde se describen ofrendas de cerveza a los dioses. Hasta su nombre se deriva del de Ceres, que era la diosa de los cereales. Algunos historiadores hablan de una tabla asiria de 2.000 años a.C. donde se deja constancia de que la cerveza formaba parte de las provisiones del Arca de Noé. Si no fuera importante no la habría subido a bordo, ¿verdad? Hubo una época en que a la gente le pagaban con cerveza, como ocurrió en Babilonia. Los que la fabricaban no estaban obligados a ir a la guerra pero sí debían ir a la cola de los ejércitos para asegurarles a los soldados el suministro de cerveza; si no, no peleaban. ¿Se imagina si llega a ganar Santos en Colombia y a usted se le ocurre darle la pelea y no está la Polar para abastecernos? ¡Ni Dios quiera! No queremos ni guerra ni que Polar desparezca.

Los checos son los que más cerveza beben en el mundo con un promedio de 160 litros, por eso son tan felices, más todavía desde que se alejaron del comunismo y comenzaron a disfrutar las ventajas de una sociedad de mercado. Les siguen los irlandeses con 155 litros y en tercer lugar están los alemanes con 127 litros. Aquí nos conformamos con 85 litros, seguidos de los colombianos con 58, los chilenos con 52 y los mexicanos con 51.

Estudios científicos han encontrado en la cerveza ciertos componentes que ayudan a prevenir el cáncer de próstata, mama, colon y ovarios. Este micronutriente se llama xantohumol y se encuentra en el lúpulo que se
le agrega a la cebada durante la fermentación y es lo que le da aroma y sabor. También actúa como antioxidante y puede reducir la acción del LDL, conocido como colesterol malo.

Científicos británicos dicen que la cerveza clara consumida con regularidad ayuda a evitar el efecto dañino de la radiación solar. También ayuda a combatir el estrés y mejora la eficiencia del metabolismo ante dietas ricas en grasas.

Cómo no va a ser importante la cerveza si casi un 90% de ella no es más que agua y como agua casi no hay, por más que llueva, no nos queda más remedio que saciar la sed con una polarcita bien fría. Lo malo que tiene la cerveza es que su consumo en exceso dilata el estómago, pero eso entre sus partidarios ya es costumbre.

¿Sabe que casi la mitad de lo que pagamos por una cerveza se lo coge usted, perdón, el Gobierno? Pregunte en el Seniat cuál es la contribución tributaria de Polar y verá que sin ella no tendría ni para pagar la nómina del PSUV. Menos ahora que el petróleo está bajando a millón y las reservas no alcanzan para tanta gente.

La cerveza, para terminar, es la más popular de las bebidas del venezolano, incluso entre sus partidarios bolivarianos. Pregunte y verá. Forma parte de nuestro ADN. Y cuando dicen que este país está polarizado, es verdad.

  ¡Polar somos todos!

 Tomado de MISIÓN GULA / Tal Cual



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