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jueves, 3 de marzo de 2011

GERTRUDE STEIN, LA GRAN ANFITRIONA LESBIANA / Alberto Rodriguez Barrera



Gertrude Stein fue una escritora americana cuyo estilo de escritura avant-garde y rara apariencia masculina ayudaron a establecerla como una excéntrica. Su casa permanente en Paris, que compartía con su amante, Alice B. Toklas, sirvió como lugar de reunión de artistas expatriados entre las dos Guerras Mundiales.

Aunque nacida en EE UU, vivió sus años tempranos en Viena y Paris. Su espiritualmente débil madre murió cuando Gertrude tenía 14 años, dejando a su tiránico padre para forzarla al estudio de medicina. Él murió tres años después, pero fue una fuerte influencia sobre sus sentimientos hacia los hombres. Escribiría luego: “Los padres son deprimentes.” Estudió Psicología en Radcliff College antes de
entrar en la Escuela de Medicina de Johns Hopkins, donde no logró graduarse cuatro años después cuando fue distraída por su primera relación amorosa lésbica y la subsiguiente lucha interior para aceptar su propia sexualidad.

Stein by Picasso

Se mudó a Paris, viviendo de la herencia de sus padres, compartiendo casa con su hermano Leo, crítico de arte. Compartían la nueva y audaz pintura cubista, con amigos como Picasso, Matisse y Braque de visitantes regulares. Durante este período ella escribió tres libros: QED, escrito en 1903 y no publicado hasta 1950, recuento-catársis de su lucha con el lesbianismo; Tres Vidas, publicado en 1909; y La Hechura de los Americanos (The Making of Americans), escrito entre 1909 y 1911 pero no publicado hasta 1925. Leo se mudó después de una pelea con su hermana, y Alice B. Toklas se mudó con Getrude haciéndose su consejera, protectora y amante durante los próximos 38 años.

Al crecer su reputación literaria, también se incrementó el número de escritores y artistas visitantes (F Scott Firzgerald, Sherwood Anderson, Ernest Hemingway). Su libro más popular fue La Autobiografía de Alice B. Toklas, publicado en 1933. Stein murió en 1946, dejándole todo a Alice, incluyendo la colección de arte hasta 1961, cuando pasó a posesión de la familia Stein y vendida en subasta por $6 millones.

Gertrude iba aceptando sus tendencias lésbicas con su compañera estudiante May Bookslayver, cuya naturaleza apasionada la llevó a otras relaciones, dejando agonizar a Gertrude con su propia sexualidad. No fue sino hasta más tarde, cuando conoció y “se casó” con Alice B. Toklas, que vino a manifestar sus sentimientos hacia las mujeres. “Lentamente llegó a mí que cualquier manera de ser alguien amoroso es interesante y no desagradable para mí.”


Picasso
Stein vivía en Paris presidiendo el gran salón poblado por Picasso y otros pintores de futuro renombre cuando Alice B. Toklas llegó a su vida en el otoño de 1907. Criada en San Francisco, bien educada, estaba de visita en Europa. Fue amor a primera vista para ambas. Además de leer y tipear manuscritos, Toklas comenzó a hacerlo todo, siempre sirviéndole a alguien, perfecta para hacer mandados, objeto pintoresco y silente en el trasfondo. El hermano de Gertrude, Leo, siempre había tenido disgusto al ver cómo “los más débiles pueden esclavizar a los fuertes”, como sucedía con Alice haciéndose indispensable… Y Gertrude cada vez menos inclinada para hacer algo por ella misma. Leo había visto árboles estrangulados por viñas.


Pero la relación era más, y su amor era mutuo. La Stein le propuso matrimonio a Alice: “Interésate por mí,” le urgía, “yo me intereso por ti en toda manera posible. Acaríciame tiernamente y sálvame de alarmas… Cuando todo queda dicho una se casa con la cama.” Alice B. Toklas aceptó y así comenzó una relación de casi marido y mujer, Stein como la proveedora y Toklas atendiendo la casa y las facturas, y manteniendo la vida de Stein suavemente encarrilada. Gertrude mantenía relaciones cercanas con los hombres, pero nunca sexuales. Rechazaba el machismo de Hemingway y sus prejuicios contra las lesbianas… Hemingway dijo de Stein: “Siempre quise cogérmela y ella lo sabía.”


Stein – Hemingway

Su vida con Toklas era feliz y, más allá del lesbianismo, casi conservadora. Ambas eran fieles y amorosas; hay poesía de la Stein que refleja pasión, placer sexual, erotismo entre ambas. Pero en 1946, sufriendo de cáncer, la Stein insistió en cirugía. Al entrar en la sala de operaciones, Gertrude volteó hacia Alice y preguntó: “¿Cuál es la respuesta?” Toklas no respondió. Gertrude asintió y dijo: “En ese caso, ¿cuál es la pregunta?” Fueron sus últimas palabras para su amada. Gertrude Stein murió esa noche bajo anestesia. Murió convencida de ser una genio, una de los tres genios que había conocido, siendo los otros dos Pablo Picasso y Alfred North Whitehead. En un momento había sugerido otro, diciendo: “Einstein fue la mente filosófica creativa del siglo, y yo he sido la mente literaria creativa del siglo.” Alice B. Toklas vivió otros 21 años, con el corazón enfermo y sola. A los 89 años, Alice le dijo simplemente a una amiga: “La echo de menos, aún la echo mucho de menos.”

martes, 12 de octubre de 2010

KENNEDY: NO SOY EL TIPO DE AMANTE TRÁGICO / Alberto Rodríguez Barrera





Como uno de los más carismáticos líderes norteamericanos, John F. Kennedy fue el más joven y el peimer católico en ser Presidente de Estados Unidos. Después de ser asesinado en Dallas, Texas, al final de su primer período, su presidencia se llamó ”los mil días de Camelot”. Nacido en una familia irlandesa rica, John fue un estudiante con memoria voraz, graduado cum laude en Harvard. Tuvo una espalda débil y adolorida toda su vida, pero rechazó ser un inválido llevando una activa vida deportiva. Después de servir como senador por Massachusetts, derrotó por poco margen a Richard Nixon en la carrera presidencial de 1960. Parte de su atractivo fue su talento para expresar sonoros ideales, como “No preguntes lo que tu país puede hacer por tí, sino lo que puedes hacer tú por tu país.” Kennedy fue un político serio, admitía rápidamente sus errores y asumió responsabilidad total en la Invasión de Bahía de Cochinos. También proyectaba una actitud de “al diablo con todo” ; uno de sus asistentes dijo: “Esta administración va a hacer por el sexo, lo que la última hizo por el golf”.

Conocido por su popularidad con las mujeres, se enorgullecía de ser un atleta sexual. Le confesó al Primer Mnistro británico, Harold McMillan, que sufría de severos dolores de cabeza cunado pasaba mucho tiempo sin mujer. Uno de sus más cercanos amigos del Senado, George Smathers, describió a su colega como “la más activa libido de cualquier hombre que he conocido.” Y en la universidad se metió en problemas
por llevar chicas al dormitorio, cosa prohibida. En su carrera militar se involucró con una periodista danesa que llamaba “Inga Binga”. Fue conocido en sus años de congresista como “el alegre joven soltero”, aunque las chicas decían que era un desencanto en la cama porque mantenía uno ojo puesto en el reloj; Smathers agregó que “en térrminos del tiempo que pasaba con una mujer, era un pésimo amante. Iba más por cantidad que por calidad”. Otros indicaron que disfrutaba más de la caza y la conquista que del acto en sí; le dijo una vez a los reporterios que no terminaba con una chica hasta tenerla de tres maneras”. Tener dos chicas a la vez era su “pasatiempo favorito”, dijo Smathers.



Cuando Kennedy decidió a mitades de sus treinta que necesitba una esposa, se alejó de las voluptuosas tipo modelos que le atraían y escogió a Jacqueline Bouvier, purasangre nerviosa de impecable familia y elegante esposa ideal para un candidato presidencial. Sin embargo, el matrimonio no implicaba monogamia para Kennedy; la carrera presidencial estuvo llena de relaciones sexuales, las cualse él tomaba con una sonrisa, dejando de lado cualquier preocupación. Kennedy rechazaba que cualquier cosa interrumpiera su estilo. Gustaba de bañarse desnudo en la piscina de la Casa Blamca, y más acompañado por bellezas similarmente ataviadas; mujeres entraban y salían cuando Jackie estaba ausente.



Jackie sabía de las infidelidadees de su marido; hasta se reportó que el padre de Kennedy le
ofreció un millón de dólares para que no se divorciara de su hijo puyón en medio de la acampaña presidencial. Ella encontró una vez, según Newsweek, unas pantaletas bajo la almohada y le sugirió que fuera de shopping a ver de quién era porque no eran suyas. Pero ambos, a pesar de las aventuras de Jack, tenían cierta intimidad, y el personal de la Casa Blanca tenía estrictas ordenes de no molestar cuando se retiraban a sus aposentos, mientras los niños tomaban la siesta.


Mientras estuvo vivo, la vida sexual de JKennedy era tabú para la prensa mundial; sólo después de 12 años tras su muerte, en el período post Watergate, comenzaron a aparecer todas las historias carnales del presidente mártir: aspirantes a estrellas, mujeres de sociedad, secretarias, aeromozas, strippers, pintoras...Hubo también el notorio affair con la belleza que fue luego investigada por tener conexiones cercanas con la mafia. Judy Campbell Exner conoció a Kennedy antes de ser presidente y continuó la relación durante los primeros días en la Casa Blanca.


El nombre del joven Presidente fue relacionado con los de muchas estrellas y actríces de Hollywood. Incluyendo a Gene Tierney y Jane Mansfield. Pero su relación más famosa fue con la diosa sensual Marilyn Monroe. La Monroe, quien cantó un sexy feliz cumpleaños en un afocado susurro en la fiesta por el aniversario 45 de Kennedy en el Madison Square Garden, fue subrepticiamente introducida en el avión de Kennedy después de haber comenzado su relación en 1961. Pese a sus prolíficos affairs, Kennedy mantuvo un cierto distanciamiento y rara vez se involucraba emocionalmente con sus mujeres. Como él mismo lo admitió, jamás se perdía en relaciones apasionadas, “No soy el tipo de amante trágico.”

viernes, 6 de agosto de 2010

ELEONORA DUSE, VÍCTIMA DELAMOR / Alberto Rodríguez Barrera

La Duse fue una de las más grandes, versátiles y poderosas actríces en la historia del teatro, rivalizada sólo por la legendaria Sarah Bernhardt. Nacida el 3 de octubre de 1859 en un pequeño hotel de Vigedano, Italia, de unos pobres padres teatreros itinerantes, pasó de la pobreza a la riqueza y a ser durante el próximo medio siglo una mujer pequeña y dinámica de pelo oscuro y enormes ojos que electrizó a las audiencis de Europa y América en una amplia variedad de papeles (Théresé Raquin de Zola, Ofelia, Electra, Nora en Casa de Muñecas de Ibsen). “El arte de la Duse alcanza a ser clarividente... Sus silencios son aterradores.” Se retiró del teatro en 1909, desilusionada con su carrera y en frágil estado de salud. Con la Primera Guerra Mundial aportó energía y dinero para ayudar a los soldados y sus familia; con su fortuna acabada, regresó al teatro en 1921, y en una gira por Pittsburg un severo resfriado la llevó a la tumba en 1924.

Perdió a sus padres siendo una adolescente y una cruel colega actríz le sugirió vender su cuerpo para obtener dinero y así comprar un vestido de luto. Para una joven sola y desprotegida en el rudo mundo del teatro italiano del siglo 19, fue difícil preservar la virginidad. Cuando estuvo lista para ser iniciada en las alegrías de la sensualidad, buscó a un listo y experimentado hombre mayor que pudiera no sólo enseñarle de sexo sino también de arte, literatura y música. El conocido escritor Martino Cafiero fue el elegido. Y la relación fue el patrón que la Duse siguió toda su vida: affairs apasionados que comenzaban felizmente, seguían su curso inevitable y casi siempre terminaban dejándola con el corazón roto y el desastre, para luego continuar con otros affairs similares. La Duse jamás careció de admiradores para su dramática sensualidad. “Su poder de atracción era inimaginable, quizás por la misma razón de que era satánico”, dijo el actor-productor Aurélien Marie Pugné-Pos.

Martino Cafuero fue el primero de un largo y cuidadosamente seleccionado desfile de ingeniosos y excitantes amantes; perdieron un hijo y él la abandonó. Entonces ella se casó con su primer actor Tebaldo Checchi, consolador que le dio estabilidad al primer período de corazón roto en la vida de la Duse; fue el único hombre con quien se casó y el padre de su hija, pero pronto fue atraida brevemente por otro actor, Flavio Andó; se rompió el matrimonio y se cansó de Andío (“Era bello pero tonto”).

El próximo affair notable fue con Arrigo Boitc, la más profunda experiencia emocional de su vida; compositor y novelista de amplio gusto y sensibilidad, fue quien abrió la mente de la Duse a nuevos niveles de belleza matafísica y sensual; aún después de terminar el affair, contiinuó amándolo. Después que él murió en 1918, la Duse no pudo dormir ni comer durante días.

En 1895 el genio poético de Gabriele D’Annunzio irrumpió en el camerino de la Duse en Roma, se lanzó a sus pies, besó los bordes de su vestido y gritó: “¡O grande amatrice!” (De joven ya la había asustado al acercársele y proponerle que fueran amantes.) D’Annunzio era la quintaesencia del amante romántico que la Duse anhelaba. Se rumoreó que D’Annunzio saltaba desnudo sobre su caballo alazán, galopaba de la villa hasta el mar, y se sumergía en el oleaje; ella lo esperaba en la playa, lista para envolver a su héroe en un manto púrpura. Tambi’en se decía que bebían extrañas infusiones del cráneo de una virgen a la luz de la luna llena. Un contemporáneo dijo que “él tenía la fría mirada de un hombre que conoce su meta, y la alcanzará a pesar del costo, quizás también con sufrimiento.” Pero, como siempe, quien sufría era la Duse. Su aparente búsqueda de la miseria reforzaba la descripción de un crítico sobre ella: “la actríz para todas las mujeres infelices.”

D’Annunzio era un vampiro artístico que succionaba la sangre y la vida de quienes se acercaban a él, proveyéndose así del material para su arte. Y en 1900 explotó el apasionado affair con la Duse en una novela llamada “”La llama de la vida”. La descripción de la relación de un hombre más joven, buenmozo y romántico con una mujer mayor que se marchitaba escandalizó y rompió el corazón de la Duse. Años más tarde D’Annunzio le dijo” “Ni siquiere tú puedes imaginar cuánto te amé.” Y la Duse respondió: “¡Y ahora ni siquiera tú puedes imaginar cuánto te he olvidado!”

Después del desastre con D’Annunzio, la cincuentona Duse encontró solaz temporal con una lesbiana de 23 años que escribió una obra de teatro para ella y prometió más. En visita a la villa italiana de la escritora Mabel Dodge Luhan, la Duse y su protegida (sólo conocida, como Signorina R) crearon tal conmoción que el marido de Mabel se vio obligado a salir del dormitorio adjunto para poder dormir; la joven dramaturga reventaba con ideas para la Duse y la explicaba a Mabel que necesitaba “liberación” para lograr su trabajo creativo; Mabel evitaba sus ataques sexuales y luego supo que la Signorina se volvió loca después que partió a Londres con la Duse.

Para las mujeres que buscaban consejos sobre el amor, la Duse predicaba independencia: “¡Trabaja; no pidas el apoyo de ningún hombre, sólo pide amor; entonces tu vida tendrá el significado que buscas!”

Antonio Pasquali frente a la verdadera tumba de Eleonora Duse en Asolo (noroeste de Venecia) que visitó en abril de este año. ( ver comentario )


martes, 23 de marzo de 2010

¿ES BESABLE ALICIA? / Alberto Rodríguez Barrera




Charles Ludwidge Dogson (1832-1898) escribió bajo el seudónimo de Lewis Carroll y creó dos de las historias infantiles más reconocidas del mundo: Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del Espejo.

El mayor de 7 hermanas y 4 hermanos, entró a la Christ Church College de Oxford a los 18 años y se quedó ahí el resto de su vida enseñando matemáticas y lógica y sirviendo como diácono. Mantuvo su salud y apariencia juvenil hasta más allá de los 60 años. Era una persona tímida que tartamudeaba, cosa ésta que desaparecía ante la presencia de niños. Prefería la compañía de las niñitas, llevándolas de excursión y entreteniéndolas con historias fantásticas. Fue en una de esas excursiones, el 4 de julio de 1862, que Dogson –inspirado por Alice Kiddel de 10 años- creó el cuento que llegó a ser conocido como Alicia en el País de las Maravillas. Publicado tres años más tarde, el autor recibió fama mundial.


La vida sexual de Carroll fue una gran peculiaridad, y la peculiaridad fueron las niñitas. Aunque se cree que murió virgen, tuvo alrededor de 100 novias. No le interesaban los niños: “Para mí no son una raza de seres atractivos”. Al principio reclutaba sus compañeras de los hijas de sus amigos, pero luego expandió sus horizontes y descubrió nuevas amiguitas en los trenes, en las playas o en caminatas. Se hizo un “connoisseur” de niñitas, prefiriéndolas de clase alta, agradables de cara y figura, inteligentes y enérgicas. Se llevaba bien con todas hasta la edad de 10 años; pensaba que las doceañeras eran las más atractivas físicamente. La pubertad lo arruinaba todo, y desaparecían de su vida a los 16. Dijo una amiga que sobrevivió hasta su adultez: “A muchas muchachas cuando crecen no les gusta ser tratadas como si tuvieran 10. Personalmente encontré ese hábito de él muy refrescante.”


Carrol fue un fotógrafo amateur, siendo su tema favorito las niñitas. Las posaba en trajes, pero su favorito era ninguno. Este hobby de fotografiar a las prepúber desnudas (aunque siempre con el permiso de las madres)  generó chismes malucos, lo cual llevó a que súbitamente abandonara la fotografía en 1880.

A finales de los 1880s le dio por invitar a las niñitas a quedarse con él en su casa de verano, y redujo las restricciones etarias: de una de 10 pasó a una de 12, luego a 14 hasta llegar a 18, “llegando ahora hasta ser imprudente en cuanto a las edades.” Se especuló que le propuso matrimonio a Alice Liddel, pero aunque no hay pruebas de ellos, la mamá de Alice

destruyó con ira todas las cartas que le había escrito a su hija.

Carroll se preocupó mucho sobre la edad apropiada para besar a una niña. Le escribió a la madre de una: “¿Son ellas (sus hijas) besables?...Con niñas menores de 14 no creo necesario preguntar, pero Margery tiene más de 14, y en tales casos, con nuevas amigas, generalmente le pido permiso a la madre.”

Un consejo de Lewis Carrol: “Si limitas tus acciones en la vida a las cosas que nadie pueda encontrarle faltas, no harás mucho.”

viernes, 23 de octubre de 2009

VAN GOGH, ESTRELLADO EN EL AMOR / Alberto Rodríguez Barrera


“Pintar y tirar no son compatibles; eso debilita el cerebro...

Si queremos ser varones realmente potentes en nuestro trabajo,

debemos a veces resignarnos a no tirar mucho.”

Vincent van Gogh

A un mundo de farsantes, quizás para él de fantasmas, Vincent van Gogh nació en Holanda en 1853 y a los 16 años ya trabajaba con comerciantes de arte, en La Haya, Londres y París. En 1879 atendía a los pobres en una mina de carbón belga, lo despidieron y encontró solaz en la pintura. Y desde 1880 hasta su suicidio 1O años después, produjo cientos de cuadros pero sólo llegó a ver uno vendido (El Viñedo Rojo). Vivió de una mesada de su profundamente devoto hermano Teo. Quizás las hermosas ideas de Vincent fueron poco ortodoxas para su tiempo. Un instructor se enfureció con él por pintar a la Venus de Milo con anchas caderas, y le rompió el dibujo. Van Gogh le gritó: “¡Maldito seas! ¡Una mujer debe tener caderas y nalgas y pelvis para sostener a un hijo!”

Se mudó a París en 1886, juntándose con artistas como Toulouse-Lautrec y Paul Gauguin. Trabajando con Gauguin en el sur de Francia produjeron una prodigiosa cantidad de obras, pero eran temperamentalmente incompatibles. En una de sus peleas Gauguin rechazó sentarse a comer con él por razones de higiene y por sus diferentes puntos de vista sobre la vida. En otra discusión, van Gogh, celoso del éxito de Gauguin con las prostitutas, cortó parte de su oreja izquierda; incidente que tuvo sin duda connotaciones sexuales. Van Gogh le regaló la oreja en un sobre a una prostituta que lo prefería a él antes que a Gauguin; la niña se desmayó al abrir el sobre.

Es posible que si van Gogh hubiese tenido más éxito en el amor, habría vivido más; pero quizás nunca hubiese pintado. Su fracaso para encontrar compañía femenina duradera a través de toda su vida contribuyó a su colapso y suicidio. En sus tempranas luchas con la depresión estuvo el rechazo de Ursula Loyer en 1874: durante meses ocultó sus sentimientos por ella hasta que súbitamente explotó confesándole su amor a la impactada y repelida joven. Repitió el performance ante su recien enviudada prima Kee Stricker Vos que vino de visita, erupcionando en una urgente propuesta de matrimonio. “¡No! ¡Nunca, nunca!”, dijo ella y regresó de prisa a Amsterdam.

Él fue hasta allá y se anunció en la cena de los Strickers; ella salió antes de verlo; él no se iría antes de ver a su amor. En su tercera visita colocó su mano bajo la llama de la lámpara de aceite, prometiendo dejarla ahí hasta verla. Los Stricker se convencieron para mantener a este loco lejos de su hija, y se lo dijeron de frente y sin esguinces. A estas alturas, van Gogh era un ser sexualmente frustrado.

“Debo tener una mujer o me congelaré y volveré de piedra”, se quejó una vez. Y pateando las calles de La Haya descubrió que le gustaban las prostitutas, porque eran “hermanas y amigas” para él, rechazadas como él. Le gustaban apagadas y algo mayores, para nutrirlas, como fue el caso con Clasina Maria Hoornik, protituta preñada a quien llamaba Sien (“su propia”). Ella y su hija de 5 años se mudaron con él, y pronto le dió un hijo, Willem. Vivió con ella por año y medio, considerando casarse, para vergüenza de la familia.

A cambio, su propia posaba para él: ella es la figura desnuda acuclillada en las litografías “Lamento”. Y le pegó al artista una gonorrea que lo mantuvo hospitalizado por más de 3 semanas. El idilio se desvaneció una vez que él notó los verdaderos colores de Sien: desaliñada, regañona y borracha. Y dejó de llamarla por su nombre, prefiriendo “la mujer con quien vivo”, o sólo “la mujer”. Cuando ella regresó a las calles, van Gogh perdió a su “familia” y abandonó La Haya.

En 1884 tuvo una relación como nunca antes: una mujer lo persiguió a él. Margot Begemann, vecina que vivía en la habitación contigua en Nuenen, era una solterona sexualmente reprimida de 41 años, y pensaba que el artista era su última oportunidad para el matrimonio. Van Gogh la comparaba con un violín de Cremona mutilado por artesanos ineptos. Pero por piedad o afecto, van Gogh acordó casarse con ella. Los padres de ella prohibieron la unión, Margot tragó estricnina y Vincent le forzó el vómito. No se casaron.

En 1887 van Gogh le confesó a su hermana que de sus relaciones sin sentido salía “por regla dañado y avergonzado y poco más.” Visitaba burdeles parisinos con amigos como Toulolouse-Lautrec, tuvo una relación con la dueña de un café y otra reportada con un muchacho de 19 años. De cuando en cuando contraía enfermedades venéreas y se quejaba de una creciente impotencia.

Van Gogh sufría de llamados ataques de locura recurrentes, pasó voluntariamente un año en un asilo y finalmente se suicidó disparándose en el estómago escondido detrás de un montón de abono en una granja. Tenía 37 años. Su genio no fue totalmente reconocido hasta más de una década después.

“El mundo sería mucho más alegre si, cuando nos despertamos en la mañana, encontramos que ya no estamos solos y que hay otro ser humano junto a nosotros en la semi oscuridad. Eso tiene más alegría que los estantes llenos de libros edificantes y las blancas paredes de una iglesia...” Eso pensaba van Gogh.

martes, 28 de julio de 2009

CLARA BOW, LA DIOSA INFIEL / Alberto Rodríguez Barrera



"La mayoría de los hombres me quieren en sus términos. El problema con los hombres es que todos quieren hacerte otra cosa. Eso me quema. Especialmente porque es a mí como soy por lo que vienen. Mientras más veo a los hombres, más me gustan los perros."

Clara Bow

Si bien F. Scott Fitzgerald retrató a los "Roaring Twenties" en la literatura, Clara Bow los encarnó en el cine, con 45 películas a la edad de 25. Salió de la oscuridad a los 19 para ser la diosa sexual reinante de Hollywood, recogiendo las obligatorias cicatrices emocionales en el camino. El padre vago sometió una foto de ella para un concurso de belleza y la madre, que hacía "truquitos" por ahí para renta y comida, la amenazó con un cuchillo jurando que una hija suya no viviría como una de esas putas que se emperifollaban ante las cámaras para el placer de los hombres. Esa noche, Clara corrió al baño, con su vida y su carrera. Ganó el concurso y Paramount la capturó.

Llegó a ganar $30,000 mensuales y recibía 40,000 cartas semanales. El insomnio legado por su madre la hizo perfectamente escandalosa en sus asuntos personales. Se paseaba por Sunset Boulevard en su convertible con dos perritos chow de su mismo color de pelo, alheñado. Enjuició a su secretaria privada por birlarle unos miles de dólares y ésta, culpable y encarcelada por un año, se desquitó exponiendo las escapadas sexuales de Clara.

En su cumbre, Clara le hizo el amor a Gilbert Roland, Victor Fleming, Gary Cooper, John Gilbert, Eddie Cantor, Bela Lugosi y al equipo de rugby entero de la Universidad del Sur de California. A Roland lo volvió loco de celos por sus otros hombres y rechazó casarse con él diciendo que ningún hombre sería dueño de ella. Fue el patrón en casi todas sus relaciones. Los amaba, pero nunca suficiente como para satisfacer sus egos. Fleming, 20 años mayor que ella, supo que después de tener sexo con él ella salía a otra sesión con alguien más joven.

El joven Gary Cooper trabajó con ella en "It" (eso) y ella, la "It girl", contaba deliciosas historias de cómo él la bañaba con sus perros después de hacer el amor hasta el amanecer. Clara también entretenía regularmente al equipo de rugby en su casa de Beverly Hills, donde se reunían tras los juegos. Amigos y vecinos contaban historias de juegos desnudos en el jardín y orgías de toda la noche. El concepto de trabajo en equipo lo llevó a la cama haciendo el amor con más de un jugador a la vez. Clara se interesó por el rugby de la costa este gracias al hijo de un millonario, de Yale, quien descubrió que no era el único y trató de suicidarse cortándose las venas, dejando que la sangre cayera sobre la foto autografiada de Clara. Ella dijo: "¡Jesucristo, debe estar bromeando! ¡Los hombres no se cortan las venas, usan una pistola!"

Clara pudo haber sido feliz con Harry Richman, estrella del canto en Broadway en los 1930s, quien decía que ella mantenía su mismo paso sexual; ella abortó un hijo, él la espiaba, y no fueron felices para siempre. Probó la monogamia con un doctor texano que le hizo una apendectomía, pero él regresó con su esposa. Hubo más actores, beisbolistas, dobles, aviadores, y tipos de la calle, y finalmente Rex Bell, vaquero actor y republicano, con quien se casó en 1931; él la ayudó en el juicio contra la secretaria y en el intento de Clara por volver al cine, así como en sus diversos colapsos nerviosos.

Debido a su inestabilidad emocional, vivió aparte de Bell y los dos hijos que tuvieron. Buscó ayuda en varios sanatorios. Bell murió de un ataque al corazón, y Clara sobrevivió 4 años más. La diosa infiel murió en 1965 a los 60 años, viendo televisión con una enfermera en su casa de Los Angeles.


Clara Bow Official celebrity fan site. Clara Bow Pictures, Videos, Photos, Pics, Posters, and Wallpapers:

www.perfectpeople.net/celebrity-star/654/clara-bow.htm

viernes, 9 de enero de 2009

GURÚ/Alberto Rodríguez Barrera



Eddy González se llamaba. Pero todos sus amigos del alma lo llamábamos "El Gurú". No hay palabras para la tristeza profunda que nos produce su partida, pero su recuerdo nos acompañará por siempre debido a la inmensidad de su corazón grande y generoso, que le ha fallado nada menos que en un Día de Reyes.

Y estas lágrimas que derramamos para él, también son para la inspiración creativa e intelectual superior que siempre impregnó a su ser, y que ocultaba sencilla y orgullosamente bajo el apelativo de Reportero Gráfico.

Las imágenes fotográficas, hechas entre nos y allá en el amanecer de la Era de Acuario, generalmente fueron algo así como una excusa para el tema mayor que siempre fue Venezuela. Las batallas del Gurú nunca dejaron de ser luchas intensas donde la dialéctica era toda contra las injusticias de Venezuela.

Y a la vez, recorriendo a nuestro país con los ojos de una juventud despierta, hubo tiempo para que de su cámara salieran las más extraordinarias imágenes de "Venezuela Suya" y de "Venezuela, un país para querer", además de su excepcional trabajo gráfico en medios de comunicación y agencias de publicidad.

Los ojos del Gurú, sin embargo, jamás perdieron de vista el raciocinio justo y equilibrado sobre los males que enfermaban y enferman a Venezuela. Tenía una sobresaliente capacidad para sustraer y exaltar los puntos de vista y la información más certera sobre las realidades políticas y sociales del país que llevaba en el alma, y que en muchos casos devaluaban y acallaban a quienes brillan y se pierden en el vacío de la trivialidad y lo soez. El Gurú jamás fue candidato para la habladera de pendejadas.

Hubo siempre quienes teníamos la paciencia idónea, después del discurrir candente sobre las diversas temáticas que avivan el amor por las palabras de los venezolanos, para escuchar las conclusiones en síntesis que El Gurú sabía acompañar con citas y referencias que terminaban por redondear las ideas, dejando ver las potencialidades de una libre expresión empírica, y que a la vez estaba fundamentada y provenía de lecturas diversas y pertinentes, ávidamente autodidactas pero de sapiencia académica, universal. Gurú era algo más que el sobrenombre de Eddy González.

En él había un venezolano que estaba por encima de quienes disfrutan de las candilejas sólo para ser vistos en el proscenio. Quizás era más como el seguidor que sabía mejor donde estaba la iluminación correcta, el ojo que determinaba el encuadre para la exaltación de la imagen precisa, la voz para que la aguja brillara exactamente dentro de la paja.

Se nos fue El Gurú. Pero seguiremos en él y con él. Porque las estrellas tienen larga vida.

viernes, 21 de noviembre de 2008

MIRIAM MAKEBA,HONOR A MAMÁ AFRICA/ Alberto Rodríguez Barrera

"Mantuve mi cultura. Mantuve la música de mis raíces.

A través de mi musica me convertí en esta voz y esta imagen de Africa y del pueblo,

sin siquiera saberlo.

Miriam Makeba

Y quizás sea también algo esotérico que su partida coincida con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca. Porque la existencia originaria de Africa aún tiene muchas revelaciones que ofrecernos, y eso sí lo sabía Miriam Makeba, fallecida el domingo 16 de noviembre de 2008.

Aunque la recordemos más por la alegría bailable del "Pata Pata", Miriam Makeba fue la cantante sudafricana que conmovió las esperanzas de libertad entre millones de sus compatriotas, con una música que fue prohibida por las autoridades del apartheid contra las cuales luchó. Murió a la medianoche, al salir del escenario en un concierto cerca de Nápoles, Italia, a los 76 años. Cantaba en apoyo a Roberto Saviano, autor que había recibido amenazas de muerte por haber escrito sobre el crimen organizado.

Fue una prominente exilada desde que las autoridades racistas le revocaron el pasaporte en 1960 y rechazaron su regreso a la patria. Se le impidió asistir al funeral de su madre. Se le conocía como "Mamá Africa", y sin duda fue un duradero emblema del sufrimiento de los negros bajo el sistema apartheid de segregación racial, que terminó con la liberación de Nelson Mandela de la prisión en 1990, cuando comenzó a desbaratarse el comunismo soviético, y Africa del Sur realizó las primeras elecciones totalmente democráticas en 1994.

Como cantante, la señorita Makeba fusionó lo antiguo y lo moderno, la tradición y el individualismo. Sus éxitos de los 1960s, "Qongqothwane" (la canción del click) y "Pata Pata", que obtuvieron el no desdeñable logro de entremezclarse con el furor del twist, utilizaron el sonido de lengua que es parte del lenguaje Xhosa que hablaba su familia. La ululación tradicional africana también constituía una de sus muchas técnicas vocales.

Pero la Makeba estaba igualmente familiarizada con el jazz, el pop internacional y las canciones folk. Aunque lo sudafricano se mantuvo en el corazón de su querencia, construyó un repertorio que se expandió a muchas lenguas. Su voz era supremamente flexible y su carrera se extendió durante 5 décadas, desde sus primeras grabaciones en los 1950s hasta su última grabación, "Reflexiones" (2004), y en la continuidad de sus presentaciones en concierto.

Con ternura, rectitud y juguetonería, la Makeba cantó canciones de amor, de consejos, espirituales, anti-apartheid y de llamados por la unidad. Llevando la música africana a otros continentes, fue pionera de lo que se llamaría la música mundial, reformulando su herencia al crear fusiones propias. Sus híbridos internacionales, también prohibidos en su país después de que habló contra el apartheid en las Naciones Unidas, se extendieron por tres décadas de exilio, pero siempre quedaba claro que su hogar era Africa del Sur.

Cuando finalmente pudo regresar a Johannesberg en 1990, con el apartheid ya resquebrajándose y en una bienvenida impregnada de emoción, dijo: "Yo nunca comprendí por qué no podía volver a casa. Jamás cometí un crimen." Pero la música fue un aspecto clave en la lucha contra el apartheid. El gobierno censuró muchos formas de expresión, y los artistas extranjeros rechazaron presentarse en sudáfrica y desalentaron a otros para intentar aislar a las autoridades blancas y fortalecer la oposición al régimen. Desde el exterior, la señorita Makeba actuaba como recordatorio constante de los hechos de su patria, mientras la estructura de poder blanco luchaba para contener y acallar la inquietud entre la mayoría negra.

Nelson Mandela declaró que la muerte "de nuestra querida Miriam nos ha entristecido a todos… Sus persistentes melodías lee dieron voz al dolor del exilio y al desarraigo que ella sintió durante 31 largos años. Al mismo tiempo, su música inspiró un poderoso sentido de esperanza en todos nosotros. Fue la primera dama de la canción de Africa del Sur y en mucho mereció el título de Mamá Africa. Ella fue la madre de nuestra lucha y de la joven nación nuestra."


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