martes, 25 de noviembre de 2008

sábado, 22 de noviembre de 2008

viernes, 21 de noviembre de 2008

BARRA CIUDADANA

MIRIAM MAKEBA,HONOR A MAMÁ AFRICA/ Alberto Rodríguez Barrera

"Mantuve mi cultura. Mantuve la música de mis raíces.

A través de mi musica me convertí en esta voz y esta imagen de Africa y del pueblo,

sin siquiera saberlo.

Miriam Makeba

Y quizás sea también algo esotérico que su partida coincida con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca. Porque la existencia originaria de Africa aún tiene muchas revelaciones que ofrecernos, y eso sí lo sabía Miriam Makeba, fallecida el domingo 16 de noviembre de 2008.

Aunque la recordemos más por la alegría bailable del "Pata Pata", Miriam Makeba fue la cantante sudafricana que conmovió las esperanzas de libertad entre millones de sus compatriotas, con una música que fue prohibida por las autoridades del apartheid contra las cuales luchó. Murió a la medianoche, al salir del escenario en un concierto cerca de Nápoles, Italia, a los 76 años. Cantaba en apoyo a Roberto Saviano, autor que había recibido amenazas de muerte por haber escrito sobre el crimen organizado.

Fue una prominente exilada desde que las autoridades racistas le revocaron el pasaporte en 1960 y rechazaron su regreso a la patria. Se le impidió asistir al funeral de su madre. Se le conocía como "Mamá Africa", y sin duda fue un duradero emblema del sufrimiento de los negros bajo el sistema apartheid de segregación racial, que terminó con la liberación de Nelson Mandela de la prisión en 1990, cuando comenzó a desbaratarse el comunismo soviético, y Africa del Sur realizó las primeras elecciones totalmente democráticas en 1994.

Como cantante, la señorita Makeba fusionó lo antiguo y lo moderno, la tradición y el individualismo. Sus éxitos de los 1960s, "Qongqothwane" (la canción del click) y "Pata Pata", que obtuvieron el no desdeñable logro de entremezclarse con el furor del twist, utilizaron el sonido de lengua que es parte del lenguaje Xhosa que hablaba su familia. La ululación tradicional africana también constituía una de sus muchas técnicas vocales.

Pero la Makeba estaba igualmente familiarizada con el jazz, el pop internacional y las canciones folk. Aunque lo sudafricano se mantuvo en el corazón de su querencia, construyó un repertorio que se expandió a muchas lenguas. Su voz era supremamente flexible y su carrera se extendió durante 5 décadas, desde sus primeras grabaciones en los 1950s hasta su última grabación, "Reflexiones" (2004), y en la continuidad de sus presentaciones en concierto.

Con ternura, rectitud y juguetonería, la Makeba cantó canciones de amor, de consejos, espirituales, anti-apartheid y de llamados por la unidad. Llevando la música africana a otros continentes, fue pionera de lo que se llamaría la música mundial, reformulando su herencia al crear fusiones propias. Sus híbridos internacionales, también prohibidos en su país después de que habló contra el apartheid en las Naciones Unidas, se extendieron por tres décadas de exilio, pero siempre quedaba claro que su hogar era Africa del Sur.

Cuando finalmente pudo regresar a Johannesberg en 1990, con el apartheid ya resquebrajándose y en una bienvenida impregnada de emoción, dijo: "Yo nunca comprendí por qué no podía volver a casa. Jamás cometí un crimen." Pero la música fue un aspecto clave en la lucha contra el apartheid. El gobierno censuró muchos formas de expresión, y los artistas extranjeros rechazaron presentarse en sudáfrica y desalentaron a otros para intentar aislar a las autoridades blancas y fortalecer la oposición al régimen. Desde el exterior, la señorita Makeba actuaba como recordatorio constante de los hechos de su patria, mientras la estructura de poder blanco luchaba para contener y acallar la inquietud entre la mayoría negra.

Nelson Mandela declaró que la muerte "de nuestra querida Miriam nos ha entristecido a todos… Sus persistentes melodías lee dieron voz al dolor del exilio y al desarraigo que ella sintió durante 31 largos años. Al mismo tiempo, su música inspiró un poderoso sentido de esperanza en todos nosotros. Fue la primera dama de la canción de Africa del Sur y en mucho mereció el título de Mamá Africa. Ella fue la madre de nuestra lucha y de la joven nación nuestra."

miércoles, 19 de noviembre de 2008

DIAMANTE GRILL/ foto de archivo


Foto: Arriba (Izq. a der.) Carlos Julio Diez (+), Jesús Ovidio Martínez, Sergio Yánez, Gonzalo Arreaza (+), Alejandro Arratia, Enrique Izaguirre (+) Abajo (Izq. a der.) Gustavo Méndez, Fernando Zago y Noel Simonovis

sábado, 15 de noviembre de 2008

CUATRO DAMAS PARA UN MUSICAL/ Carlos M. Montenegro

El pasado 5 de Noviembre asistí a la V Edición de la Noche de Creadores, organizada por SACVEN, donde fueron homenajeados personajes como Trino Mora, Carlos Moreán, Chuchito Sanoja, Alí Agüero y así hasta una veintena de creadores y creativos, todos con sobrados méritos. Ese acto conducido estupendamente por Jesús Colmenares, tuvo como colofón la exaltación al Salón de la Fama de artistas tan irrefutables como María Luisa Escobar, Ernesto Luis Rodríguez, Alfredo Sadel y Aldemaro Romero. Todo fue entrañable y nada pomposo, sin embargo una cosa me parece digna de comentar, que no criticar: ¿No sería posible otorgar tales distinciones antes de que se mueran?


Al día siguiente, jueves 6, me tocó asistir a una reunión más comercial. Era la fiesta de fin de año que la empresa CDDVD Music ofrecía a sus clientes y amigos. Se aprovechan esos eventos para mostrar las novedades de su catálogo y por lo que aprecié estaba mayormente basado en los fondos que la discográfica Velvet atesora desde hace medio siglo o más. Me colé gracias a Alfredo Churión, que por cierto entre sus múltiples habilidades descubrí una nueva: también es un excelente maestro de ceremonias.

Me siento obligado a agradecer a los señores José Terán de CDDVD Music y Ely Suárez de Velvet por dos cosas importantes. La primera, por no haberme botado de la fiesta, ya que yo no estaba invitado y la segunda, porque en este tipo de reuniones que suelen resultar a veces tan fastidiosas, me lo pasé tan bien, pero tan bien, que he sentido la necesidad de contarlo. Con frecuencia he asistido a espectáculos en escenarios de mayor relumbrón en los que me he aburrido mucho, por no aludir a ese microscópico e irritante insecto.

Claro que los señores Terán y Suárez jugaban con cartas marcadas y tenían las mejores figuras y algunos ases de los 60’s. El sitio era un amplio salón de la parte alta de un conocido restaurante. Para lo que está cayendo sobre el país, hay que reconocer que tanto en viandas como en género de libar todo fue generoso, tipo “aquella Venezuela” que algunos pretenden que no servía (debe ser en otras cosas), y estuvo muy por encima del promedio. Al terminar la obligada presentación del catálogo, que fue intenso y breve debido a que el contenido es excelente, llegó el “Show”: Estelita del Llano, Mirtha Pérez, Tania y Mirla Castellanos, precedidas por Raúl Naranjo y Miguel Itriago que cantaron sus dos temas más populares; igual hicieron ellas, pero haciéndose coros unas a otras sin divismo, gran oficio y mucho humor. Sé que hacen juntas un show con gran éxito, pero lo que vi era como la sinopsis de un musical; no conozco cantantes de hoy capaces de hacer eso con tanta simpatía, calidad y solvencia. ¿No podría algún creador escribirles un buen libreto?, ellas lo bordarían. carlos.managerman@gmail.com

domingo, 9 de noviembre de 2008

SIN CARBONES NO HAY PARAÍSO/Eloy Torres Román.

De verdad, Oscar Hernández Bernalette, embajador, amigo, colega de oficio y compañero de sino, ejerce muy bien el don de la precisión politológica cuando escribe que “las barras son espacios libres para las ideas. Por lo tanto se puede hablar de todo, hasta de política” Esto lo digo por el carácter tan enredado que le di a una conversación que sostuve con un barman en una barra de un restaurant caraqueño, mientras esperaba a unos amigos. Muy interesante fue la interrelación con ese individuo con quien desarrollé toda una tertulia hablando de mi familia y particularmente de mi hija.

El caso es que el hombre me estaba sirviendo mi respectivo scotch 12 años, y observó que yo contemplaba una fotografía de mi hija. El hombre, un tanto curioso, me preguntó si yo estaba esperando a la chica de la foto. “No, amigo”, le contesté. “Esa niña, ya mujer, es mi única hija y no vive en Caracas. Ella está en Moscú”, le dije. El curioso barman, como insistiendo, deslizó un natural comentario al cual ya estoy acostumbrado: ¡Que linda muchacha!

En efecto, mi hija es una muchacha muy bella, además de inteligente. Habla 5 idiomas, es lingüista, trabaja como profesora de idiomas en la ciudad de las torres de rubí del Kremlin. Esto se lo explicaba yo, muy orgulloso, como padre. Mientras esperaba y disfrutaba mi whisky, el hombre, repito, muy curioso me preguntó el porqué yo no tuve otros niños. En ese momento sentí mi dejá vu. Recuerdo que en más de una circunstancia, me han hecho esa misma pregunta y ante la cual, respondo siempre recurriendo a una expresión atribuida al Gabriel García Márquez. El caso es que, según se dice, alguien le preguntó al hombre de Aracataca porque no había escrito otra obra tan acabado como “Cien años de soledad”. El Gabo respondió que ¡simplemente se la habían acabado los carbones! Como se dice en italiano “Si non e vero, e bene trovatto”. En todo caso, yo siempre repito esa ocurrente frase, parodiándola en el sentido que después de haber hecho esa inteligente niña y tan bella, pienso yo, me sería imposible hacer otro u otra, por cuanto, “se me habían acabado los carbones”. Carmen Grazziela, mi hija, me escuchó decir esa alocución ante unos amigos que cenaban en casa y quienes habían reparado en que yo tenía una sola niña. Ella tendría unos diez años.

Cuando los amigos se fueron de casa a la media noche, mi niña me esperaba furiosa. Yo no entendía su molestia y le reclamé sobre su malhumor, fue cuando ella, estalló en lagrimas alertándome de mi poca discreción; resulta que ella en lugar de carbones, había entendido que yo había dicho que ¡se me acabaron los “espermatozoides”! y por ello (junto con Julie, su madre, mi amada compañera de vida, sueños y esposa) fue que no tuvimos más niños.

El barman rió con ganas e intentó servirme otro whisky, esta vez por su cuenta, como para alentarme a que le contara otra anécdota, pero preferí declinar la invitación por cuanto mis amigos estaban llegando y me hicieron señas para que me acercara a comer una buena punta trasera con un poco de congrí queso gratinado. Será otra vez, le dije al barman y ¡páseme la cuenta a la mesa¡

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UN MUERTO MUY ESPECIAL/ Papote

Caracas, 6 de noviembre de 2008

CODIGO DE BARRAS

Ciudadanos y ciudadanas

Mis amigos y mis amigas

Civiles y militares

Donde quiera que estén.

Mi silencio durante algunos días es porque estoy convaleciendo de una operación menor, que tuvo el agravante de casi llevarme para el otro lado, a eso que llaman: DESANDAR EL CAMINO DE LA ETERNIDAD. Resulta que estando en plena intervención quirúrgica algo estaba fallando en mi desgastado organismo que de vaina no di EL SALTO DEL TORDITO. Sin embargo, ayer tarde estando en la cura médica de puntos y otras recomendaciones, el galeno me dijo: espérame en El Lagar. Así fue, enrumbé mis pesados pasos al sitio convenido y me senté en la barra, cuando una voz me espetó: Señor Aguilar, acaba de llamar el Doctor X, que lo espere por media hora y que se tome tres tragos mientras él llega a la cita convenida en su consultorio.

En vista de las circunstancias, no tuve más remedio que seguir los consejos de mi médico e inmediatamente le ordené al barman: MOZO SIRVAME UN BUCHANAN`S 12 AÑOS, EN VASO LARGO, SIN HIELO Y ME TRAE AGUA APARTE. El escocés ambarino se dejó derramar abundante dentro del recipiente de vidrio, el cual, una vez servido el elegante licor, levanté con calma y lo olí con ganas infinitas, para que una lágrima se desprendiera de mis ojos para rendirle pleitesía a ese aroma maravilloso que huele, si ustedes no lo saben a pubis de mujer entre 18 y 45 años. No me digan que no es así, los desafío a esa tienta. Era que habían pasado ocho largos y tenebrosos días sin sentir las delicias de este líquido que tiene sabor a vida. Cuando dije ocho días, repito, para mi fue una eternidad, como dijera el Guero Gil del Trío Los Panchos UN SIGLO DE AUSENCIA ALEJADO DE TI. Llegó el galeno con una sonrisa para decirme NOS PODEMOS RASCAR HOY. Nunca he sido tan feliz, no se habló de mi operación y lo que pasó en el quirófano, solo un canto a la belleza de la vida y la necesidad de caminarla con nobleza y dedicación.

Hoy quiero comunicarles que salté de nuevo al ruedo y estaré desandando las calles y los bares como corresponde a un ser de mi edad, de manera tal que espero invitaciones formarles para “degollar” las botellas que sean necesarias para celebrar que voy a vivir plenamente mi aniversario 69 –bello número- y otros más.

En la seguridad que estarán conmigo, los quiero mucho y con mi lema de batalla LO MIO ME LO DEJAN EN LA OLLA.

Andrés Aguilar-Pérez

NOTA: Se reeditó mi novela UN MUERTO MUY ESPECIAL, la cual estará a la venta en noviembre en La Feria del Libro, que se llevará a cabo en el Parque Carabobo. La Editorial Galac hará un brindis en algún lugar de Caracas, donde los quiero ver a todos y cada uno. Quiero que estén pendientes, nada mejor para mí que libar con ustedes.

sábado, 8 de noviembre de 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

EN DEFENSA DEL BUEN GUSTO/ Rosa Bertin

tomado de http://lalunaazul.wordpress.com/

Este viernes, cuando me instalé en mi barra semanal, me quedé un instante indecisa, no sabía qué cocktail pedir… Eché un vistazo a mis vecinos de barra tratando de adivinar qué estaban tomando, y ví que manipulaban unos divertidos agitadores luminosos, rojos, verdes, amarillos…


El agitador es un accesorio que nos salva del mal gusto, decreté para mis adentros, pensando en esa gente que mete el dedo dentro del vaso para menear los cubitos de hielo, qué chocante. Precisamente, en estos días las cámaras de televisión mostraban a los diputados -no sé que estarían celebrando en el parlamento- tomando algo ¡en vasos de plásticos y utilizando el dedo como agitador!


El mal gusto abunda en los curules, me dije. Es más, hace tiempo que el mal gusto se ha convertido en una institución política. Aaay, aquellas diputadas de antes de la revolución, las demócrata-cristianas y las social-demócratas: todas se veían igualitas luciendo sus tailleurs de lino con abundante pasamanería en solapas y puños, combinando rojo y morado, amarillo y negro…


Y qué decir de las diputadas revolucionarias de ahora, aunque anoto un punto a su favor: ¡hay que ver cómo les gustan las chaquetas de gamuza, parecen unas burguesas “bon chic-bon genre”! Ya dejaron de ponerse aquellos chalecos multibolsillos de inicios de la revolución, adiós para siempre a los blue-jeans ceñidos y a las cabelleras esponjadas nada fashion… Ahora se visten con marcas de las más caras, aunque no siempre del mejor gusto.


Deberían seguir el ejemplo de la Condolezza Rice, con esa fina silueta tan elegantemente sobria, nunca lleva cartera (me encantaría poder andar por la vida sin llevar cartera). Y antes que ella, tampoco la llevaba Madeleine Allbrigth: añoro sus broches en la solapa, sus faldas de traje bien cortadas -como era regordeta, sabía que no podía permitirse llevar pantalones…

¡No a la chabacanería! En defensa del buen gusto, pedí un Cosmopolitan, el mismo que tomaban las chicas de Sex and the city. La película me decepcionó un poco; pero la serie, nunca me la perdía: me fijaba mucho en la ropa de Carrie Bradshaw, la chica interpretada por Sarah Jessica Parker, una ropa audaz diseñada por Patricia Field, la misma que vistió a la Barbie… Personalmente, prefiero vestirme con cierta sobriedad porque creo que ésa es la clave de la elegancia.


El barman me trajo mi Cosmo: la vodka y el cointreau estaban excelentes con el toque de arándano y limón. Me encanta tomarme un coktail en un sitio agradable, divagando tranquilamente, con los codos apoyados en la
barra… ¡Si me viera sor Bernadette! No era muy cristiana, sor Bernadette, cuando nos daba clase de manualidades y nos pinchaba las manos con su aguja cada vez que entregábamos una labor mal hecha… Aquellas monjitas barbáricas nos obligaban a rezar varias veces el “Yo pecador” para castigarnos, los viernes, cuando las adolescentes tratábamos de alegrar el uniforme del colegio poniéndonos una blusa bordada, o un collarcito de perlas, unas medias caladas, un cinturón ancho que marcara bien el talle…

A estas alturas de mis divagaciones, de repente tuve como una revelación: me di cuenta de que en mis viernes actuales, en vez de poner una fantasía en mi uniforme, me voy a una barra y me tomo un cocktail. Si me ve desde allá arriba, sor Bernadette seguirá suspirando: “¡Esta niña no tiene compón!”


Me sentí como culpable, así que apuré mi último sorbo de cosmo y, en vez de pedir un segundo trago, me fui a mi casa a dormir…


http://lalunaazul.wordpress.com/


Rosa Bertín es diseñadora de modas, vende sus modelos en “The Great Mogol”, su tienda de modas en Miami. Todos los viernes se toma un cocktail en una barra de Caracas.

MAUPASSANT Y SU CEREBRO/ Alberto Rodríguez Barrera

"La única mujer que yo realmente amo es la Desconocida que ronda mi imaginación."

Guy de Maupassant


El 6 de julio de 1893 murió, copa en alto, Guy de Maupassant, autor de 300 cuentos y 6 novelas. Reconocido como uno de los amantes más prodigiosos en la historia de Francia, el "francés incansable" tuvo miles de encuentros con muchachas igualmente encantadas. Y estaba más orgulloso de sus incursiones sexuales que de sus libros. Tres cualidades lo hicieron muy solicitado: la habilidad de seguir y seguir sin acabar, la habilidad de tener orgasmos múltiples y la habilidad de llevar a la mayoría de ellas a un concluyente clímax.


Maupassant acreditaba sus éxitos carnales a su inteligencia: "La mayoría de la gente se inclina a pensar que las clases bajas… son mejores amantes que aquellos que viven vidas sedentarias. No creo eso… Se necesita cerebro para dar la más grande cantidad de placer posible."


Entre los 12 y los 15 años se masturbaba "ocasionalmente", pero: "Tenía 16 años cuando tuve una muchacha,
y el deleite me curó del auto-abuso"; jamás olvidó lo que sintió con las manos en las ijadas de ella y la manera en que ella suspiraba "basta, basta". El disfrute fue mayor con las más expertas rameras. En el tope de su fama, sus preferencias se centraron en las ricas jóvenes de sociedad, favoreciendo especialmente a las casadas y a las judías.

Se había hecho rico escribiendo, tenía 4 casas y 2 yates. Desde ahí, el sexo no lo agotaba: "Estoy tan cansado después de 2 o 3 veces como lo estoy después de 20. Y he contado 20 y más. Se sabe que después de 2 o 3 veces se acaba el 'stock' de semen, de tal manera que puede seguirse después sin más pérdida."


Cuando Flaubert, su mentor, dudó, Maupasant hizo que los acompañara un contador a un burdel de París como testigo, y se confirmó el consumo de "6 mujeres en una hora". En otra ocasión, ahora con el escritor ruso Bobukin, Maupassant levantó a una bailarina del Folies Bergere (donde bebía con su pana Manet), y en un burdel vecino tuvo relaciones sexuales con ella seis veces seguidas; luego cruzó la sala y con una precoz prostituta tuvo sexo tres veces más.

Maupassant quería a la mujer para un solo turno al bate, strikes y bolas incluidas; a pocas -todas casadas- las veía frecuentemente. Variaba con algunas más "kinkys", como la lesbiana de pelo y ropa de hombre que una vez apuñaló a su amante trapecista de circo y que a menudo compartía sus damas de anchas caderas con él, además del hashish y otras.


Caminando un día por el campo con Frank Harris, Maupasant le comentó: "Soy un poco fuera de lo común sexualmente, porque puedo hacer que mi instrumento se levante cuando quiera." Sorprendido, Harris preguntó: "¿De verdad?" Y Maupassant, riendo, contestó: "Mira mis pantalones." Y ahí estaba efectivamente la evidencia enmastilada.


También fue verdad que la sífilis lo tumbó al final; enfermó, comenzó a alucinar y trató de cortarse el cuello. Lo encerraron en un asilo mental, donde murió a los 42 años.


sábado, 1 de noviembre de 2008


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