«Yo he pasado en los bares horas deliciosas. El bar es para mí un lugar de meditación y recogimiento, sin el cual la vida es inconcebible. Costumbre antigua, robustecida con los años...
Luis Buñuel: Mi último suspiro; Barcelona, Plaza y Janes Editores; 1982; Pp. 53-54
Sabía que no tardaría en ocurrir. Fueron muchos matrimonios, muchas enfermedades y muchas operaciones a las que ha sobrevivido esta mujer esplendorosa.
Desde que Tennessee Williams la escribiera, ha debido haber cientos de Maggie, la gata pero ninguna como la que Elizabeth Taylor interpretó al lado de Paul Newman, dirigida por Richard Brooks. La he visto miles de veces y siempre me ha impactado su fuerza, su belleza, su garra, su humanidad, su pasión, lo bien que le sienta la combinación y su ancestral conocimiento y tolerancia de esa cualidad tan masculina (y femenina) que es la homosexualidad. No es un secreto que Nick, igualmente bordado por Paul Newman, bebía hasta anegarse por el dolor de la muerte de su íntimo amigo (no recuerdo el nombre del personaje) cuya amistad ni el propio autor se atrevió a especificar hasta qué punto era íntima (la moral de la época y del propio Hollywood se lo habrían impedido).
He conocido a muchas estrellas, pero nunca tuve la oportunidad de conocerla a ella. Pero mi dvdteca y mi memoria está llena del arte que nos regaló en sus películas y en su propia vida. Cuando ya no hubo personajes, o no estaban a su altura, en esa industria cegata que ha dilapidado el talento de tantas actrices geniales de más de 40 años, Elizabeth Taylor tuvo lo que Billy Wilder calificaría como un gran tercer acto en su propia vida. Supo llenar el vacío de personajes con el mejor de ellos, el personaje solidario que dedicó los últimos casi 30 años de su vida y la potencia arrolladora de su fama a favor de los enfermos de sida, en un país en el que todavía sigue siendo un estigma. Elizabeth Taylor fue mucho más que una de las mejores actrices americanas desde los años cuarenta hasta los ochenta. La mujer que interpretó como nadie la vulgaridad hortera (Reflejos en un ojo dorado, de Huston, o su mítica ¿Quién teme a Virginia Woolf?) fue también icono de moda, modelo de mujer independiente que no escondía sus pasiones, ingeniosa, vital, inconformista. Una mujer a la que su propia importancia no le impedía poseer algo que pocas actrices guapas poseen: sentido del humor.
Ha muerto una de las actrices más hermosas de la historia del cine. El milagro de los ojos violeta. Mejor dicho, no ha muerto. El cine es eterno. Las películas nos sobrevivirán. Maggie es eterna.
Una costurerita aburrida se rebela contra el taller de confección, despótico y monocromático. Se rebela también contra el mari novio, excesivamente lento para unas cosas ydemasiado fugaz en el lecho de amor. Se va de la casa, se va del trabajo y se entrega a la calle, a la amistad, a un enamoramiento que le romperá el corazón y, sobre todo, a su pasión como diseñadora de modas. Con esta historia simple, Fina Torres se planteó hacer una película. Eligió aLa Habana como escenario y la aderezó con los condimentos de sus propias obsesiones.
Nos recordó que los grandes artistas suelen tener un tema obsesivo. El de esta cineasta venezolana parece ser el del arte de ser mujer. Desde su primera película premiada, “Oriana” (1985), y las siguientes, “Mecánicas Celestes” (1994) o “Las Mujeres Arriba” (2000), Fina Torres insiste en llamarnos la atención sobre esa suerte de entidad sobrehumana que llaman mujer que, a juzgar por su mirada, está aún por ser descubierta y revalorada. En ésta, su más reciente película, la llama Eva, como la mujer originaria, expulsada mil veces de El Paraíso, y que regresa una y otra vez a por las gracias de su naturaleza, que le han sido arrebatadas
EL MAR DE FINA
Antes de entrar a meditar sobre sus virtuosismos narrativos y cinematográficos deberíamosenumerar algunos de los condimentos personales de su cuento cinematográfico, permítasenos comentar algunos de sus temas recurrentes. Fina Torres nos habla con insistencia de una chica que posee un gran don, un talento especial (la cocina, la costura, el cine), con el que suele batallar, a veces a contracorriente, en una océano abatido generalmente por tres grandes olas.
En primer lugar debe nadar contra un ambiente hostil, que no la comprende y que contraría sus deseos, en segundo lugar muestra una chica que se asfixia con el amor, sobre todo cuando ese amor se expresa en términosgenéricos como una ocupación posesiva del macho sobre la hembra y, final e ineluctablemente, cuenta con la barca invulnerable de la amistad y, especialmente, de la conexión con una mejor amiga.
La protagonista de Habana Eva, como las otras, se sumerge en estas olas tempestuosas premunida de dos grandes potencias simbólicas, una es la del tiempo y la otra es la inteligencia ética. El tiempo, transfigurado en pérdida, nostalgia y pasado, alerta a la protagonista sobre el sentido de la oportunidad.La vida es ahora. No lo dejes para después, “como nos pasó a nosotras”, no permitas que se te escabullan el deseo y sus satisfacciones. La otra potencia, igualmente vigorosa, es la que exalta y sublima las decisiones personales. Las heroínas terminan apropiándose de su vida y ponen al mundo a sus pies. Esos condimentos y esas potencias hacen singulares los cuentos cinematográficos de esta autora que ya una vez fue premiada en Cannes y ahora fue premiada en Nueva York...
LA INSUMISIÓN COMO BANDERA
Esta cineasta no necesita grandes discursos racionales ni parlanchinería política para levantar la bandera de la insumisión y para ridiculizar la sociedad patriarcal y burocrática.Le basta el tono ligero de la comedia y el melodrama para abatir lospoderosos muros de la moral convencionalmente opresiva. El padre héroe gallináceo, el galán corporativo que viene de afuera, el eyaculador precoz, la fábrica despótica y la comisaria políticavan siendo derrotados por la fuerzairresistible del sarcasmo, pero también de la seducción y el deseo. Y, para colmo, la chica se queda con los dos maridos.
Esta película se humedece de atributos adicionales cuandolas olas del Caribe cubano se estrellan contra un lente cinematográfico privilegiado por una mirada de mucho oficio. No son paisajes de almanaque ni con grandes aspavientos sino que se van tejiendo las imágenes suavemente como si fuesen encajes de bolillo o el propio crochet que exaltan las tías sabias de la película. Podemos ver a la vieja Habana, que es la nueva, con un sentimiento cruzado de embelesamiento y furia. Podemos ver sus viejos edificios, sus escalerones y su heráldica, sus mensajes anacrónicos, sus efigies rancias, su malecón intemporal, su lastimosa modernidad, todo atravesado por la esencia inmortal, homérica, shakesperiana, woodenalleana, eterna, del amor entre amantes
UNA PELI BIEN HECHA
El conjunto de las artes cinematográficas que concurren a esta co-producción con Cuba están por encima del standard. Transcurren apacibles y funcionales: la foto (Héctor Ortega), la dirección de arte, la música y el montaje, aunque merecerían comentarios especiales. Solo dedicaremos unas palabras a la actuación, que nos pareció uniforme y grata, (Prakriti Maduro / Juan Carlos García / Carlos Enrique Almirante / Juliet Cruz Delgado) , pero entre las que destacan la protagonista Prakriti Maduro (Eva), dotada del temperamento y la espontaneidad que busca la gran industria internacional del cine, y la de la joven cubana Juliet Cruz (Teresa) que plena de alegría las escenas de humor, y remoza los mitos de Jorge Amado consagrados hace treinta años en “Doña Flor...” y en“Gabriela...”.
Esta comedia moderna y desafiante ya ganó un Premio en el Festival Latino de Nueva York y seguramente le esperan otros, y el del público, si le dan chance.
NOTA. Los medios son el escenario de las polémicas y miradas controversiales en las que se desenvuelve la exhibición de esta película. La política ha influido sin duda en la percepción que se hace el público más radicalmente polarizado. El “habanismo” de la directora ha sido acusado de oportunismo y colaboración con el régimen de Chávez por algunos “cubanofóbicos”. Mientras tanto las críticas a la comisaria política, la imagen deteriorada de la capital caribeña y la insumisión de la protagonista parecen contra- revolucionarios a los cubanófilos y pro-gobierno. La cineasta se defiende en foros y entrevistas, mientras la taquilla va aumentando diariamente, un tanto al margen del barullo.
Dirección de Casting: Tamara Morales / Sonido: Josué Saavedra / Dirección de Arte: Sigrid Jelambi y Nieves / Lamerte / Música Original: Nascuy Linares / Montaje: Robin Katz / Dirección de Fotografía: Héctor Ortega / Producción General: Blanca Sanoja y Lourdes García / Producción Ejecutiva: Villa del Cine / Alter producciones / Dirigido por: Fina Torres / Guión Original: Fina Torres / Julio Carrillo
Ficha Artística Prakriti Maduro / Juan Carlos García / Carlos Enrique Almirante / Juliet Cruz Delgado /
Ficha Musical La música es original de Nascuy Linares, conocido por la musicalización de “Maroa” (2005) y de “Una casa con vista al mar” (2001), así como también es el autor de la música para numerosas películas, entre ellas "Tocar y luchar", "Havana Habana" y "La noche de las estrellas".
Nota sobre Habana Eva
Que tal Pablito, tiempo sin verte. He perdido un pelo de autonomía (física y de platica) para andar por las mundanales barras del código, pero no dejo de leerte en el blog y estar enterado de la movida de la ciudad. Leyendo tu excelente crítica de Habana Eva que recién acabo de ver este domingo, me animé a escribir esta breve nota que te anexo. De pronto puede hasta ser complementaria. Agradezco tu evaluación para su publicación en Código de Barra digital. También se agradece cualquier corrección conceptual, (no quedé seguro que el término atávico está correctamente empleado)
Gracias y saludos
Víctor Rodríguez Coa
La Habana bien vale una misa / Víctor Rodríguez Coa
En estos tiempos de polarización, sumados al encompinchamiento de Chávez con Fidel, una coproducción cinematográfica cubano-venezolana con apoyo oficioso de los entes rectores del cine sugería una película política sobre La Habana cuya exposición beneficiaría a los regímenes gobernantes en ambos países. Con ese prejuicio fui a la presentación de Habana Eva de Fina Torres. Nada que ver.
Torres se vale de la sátira para hilar una historia de amor compartido, con un elemento de crítica a la burocracia, a la intromisión del Estado en el trabajo, a la vigilancia de los ciudadanos; sin ser una cinta anticomunista, con un velado y ligero cuestionamento al ya inocultable y grave problema de la prostitución, a la cual se llega muy fácil, por carambola; al atávico "martillo", resuelve histórico de los cubanos, al hacinamiento en que viven los habaneros, con gallinas incluidas. Todo eso mezclado con ambiciones y sueños de una joven diseñadora de modas que desafía al amor convencional, a su estatus laboral, para concretar sus aspiraciones de éxito ayudada por un par de señoras que descansan su ancianidad y despiertan en su vetusta mansión de ricachonas venidas a menos.
Por razones de trabajo o gremiales he estado en la isla cinco veces, la última en mayo de 2008, y digo que La Habana es una ciudad oxidada, literalmente, físicamente, como las ideas del comunismo, de Fidel. La cámara de Fina Torres registra el oxido en detalles, en sus casas, en sus calles, en sus edificios, en sus vehículos (almendrones, autobuses tragacolas y cocotaxis) en el rostro de sus gentes.
Los que conocen La Habana quedarán encantados del recuerdo. Los que no descubrirán a la ciudad enigmática, sede del comunismo caribeño
La chispa caribeña, el valor de la moneda propia (los pesos) y el cambio por los cuc (peso o dólar turístico), el sincretismo religioso y la variedad del espiritismo como muestra de la identidad cultural cubana se manifiestan claramente en el filme.
Una historia bien contada, como en el cine de factura, un guión coherente, buen sonido, excelente fotografía, muy fresca actuación de la protagonista Prakriti Maduro y en general de todo el elenco, hacen de Habana Eva un atractivo evento cinematográfico.
¿Y no le falta nada?
Creo que sí. A mi juicio hay tres momenticos de lentitud que se hubiesen matizado con música -más son-. que es lo que sobra en Cuba.
Les cuento que le tengo cierto temor al cine iberoamericano en general y al venezolano en particular. Por la improvisación de sus guiones y en los diálogos; por el terrorífico sonido en algunos casos, por la exacerbación exagerada de la violencia en otros; pero esta comedia de Fina, dura cien minutos y te diviertes, me hizo recuperar la fe en el cine nacional. Tanto que me entusiasmó a escribir esta breve nota.
Victor Rodríguez Coa
(Más fotos del Estreno en http://codigodebarra-fotosymiscelaneas.blogspot.com
Anoche fuimos al estreno de la película de Marcel Rasquin, “Hermano”, que viene de ser triplemente premiada en la más reciente edición del Festival de Cine de Moscú: jurado, crítica y ¡público! Entendimos por qué.
Es una película que se atiene a las convenciones universales de un buen cuento. Dos jóvenes hermanos que viven en un barrio caraqueño emprenden juntos un viaje hacia una meta promisoria: ser seleccionados para jugar en el Caracas Fútbol Club. Desde el principio mismo se nos advierte que entramos en el reino de las Moiras, de los designios de un destino prefigurado, con aliento mítico.
Uno de los hermanos entra en la historia como un recién nacido abandonado enun depósito de basura. Aparece, atravesado por decisión soberana de los dioses, en el camino azaroso deuna madre y su pequeño hijo. El uno, Julio, y el expósito, Daniel (Gato), se crían juntos trenzados por el amor maternal y la pasión por el fútbol, pero la travesía hacia su destino final es amenazada e interrumpida por vicisitudes de diversa índole, algunas de ellas insalvables, trágicas.
La narración fluye, pues, sin fisuras, sin dejarse vencer por ningún tipo de ruego, impulsada por el deseo y la destreza de los hermanos perotorturada por las tensiones de la violencia y la necesidad. Ganar al fútbol, entrar en un equipo profesional, significa “salir de la vida”, romper el anillo de la moral delictiva que sujeta cualquier gesto en el barrio, escaparse de las sombras que acechan en las escalinatas, en las pico´e loro, en los “piedreros”, en las armas que sobresalen en los cinturones de los adolescentes. Unos lo lograrán, mientras que otros, dolorosamente, no.
Dos grandes fuerzas opuestas tallan el carácter de los personajes centrales: la venganza y el secreto. Julio, confabulado con mitos arcaicos de la audiencia, desea vengar la muerte de su madre, y en su furia ciega se aleja del fútbol y el anhelo. Gato, en cambio, apuesta a la opción racional, guarda en secreto la identidad del asesino en función de la meta final y para salvaguardar el destino del hermano. Dos claras opciones éticas del mundo moderno.
Frente a esta historia, escrita por él mismo en el molde de la tradición mitológica, Rasquin coloca sus cámaras con ánimo épico y brinda un espectáculo sobrecogedor que por momentos estrangula la respiración del espectador. Los “combates” futbolísticos entre los dos hermanos se desatan en una especie de anfiteatro romano que refuerza el tono de pertenencia a las grandes historias humanas. El montaje del furioso encuentro entre los dos “gladiadores”, así como el de las secuencias de los juegos de fútbol exhiben un virtuosismo cinematográfico que dice mucho de su formación técnica y la de su equipo.
El público que suele ver cine venezolano encontrará aquí nuevas y alentadoras virtudes: un guión riguroso para un cuento bien diseñado, una economía absoluta de secuencias y planos en función de la narración, sin panorámicas del barrio ni regodeo en asuntos secundarios, preeminencia del cuento por encima del discurso sociológico, visión “horizontal” del barrio a pesar de la topografía y las escaleras.
A la verosimilitud de la historia vienen a contribuir un lenguaje coloquial sobrio--- ajeno a los costumbrismos habituales --- y una imaginación cinematográfica que disfruta escenas dramáticas memorables ( escenas familiares con la madre, los hermanos bailando bajo la mirada del corazón de Jesús en el cuarto de la madre asesinada, el joven Gato que llora en el baño , los encontronazos sentimentales entre los hermanos gladiadores, etc.), y frases memorables ( “Ya se está yendo el olor a torta” , en referencia al oficio de repostera de la madre muerta) .
Cuando se puede ver con fruición una película sin baches provoca decir que ha terminado el amateurismo y el autodidactismo que actuaron como potencias hasta hace muy poco en el cine venezolano. Incluso los actores, con poquísimas excepciones, son verosímiles y sus parlamentostienen credibilidad como en muy pocos casos de nuestra cinematografía.
La coartada final, la manera como Rasquin culmina su película, puede sorprender a muchos a pesar de que sintoniza con secretos deseos de los venezolanos de hoy: logro y esperanza. Uno de los hermanos alcanza la meta en una atmósfera de celebración y fuegos artificiales. El precio sin embargo se muestra desmesurado: el logro advienepreñado de dolor, de sacrificio, de un alto costo sentimental y simbólico. El episodio evoca el mito de Castor y Polux, uno mortal y otro inmortal, fundidos tras la muerte de Castor en una sóla entidad de terneza y gloria.
célebre director de la polémica película "Ledezma, el caso Mamera"
falleció hoy en Caracas de enfisema pulmonar a la edad de 73 años
Adiós a un cineasta
Por: Mate González
Tomado de Tal Cual Digital
Luis Correa ha sido el único cineasta venezolano que ha estado preso por el contenido de su película Ledezma, el caso Mamera. Fernando Rodríguez, ex presidente de la Cinemateca Nacional, cuenta que esta ha sido la única película venezolana censurada por los tribunales.
El largometraje está basado en la vida del distinguido Argenis Ledezma, oficial de la policía metropolitana, quien fue encarcelado por asesinar a tres jóvenes, quienes mantenían relaciones íntimas con su esposa. Ledezma, el caso Mamera relata cómo fue la captura del policía y la reconstrucción de los asesinatos. La juez V en lo Penal decidió la encarcelación de Luis Correa en 1982. “ Él estuvo preso tres meses en la cárcel El Junquito”, relata la esposa del cineasta.
Toda la filmografía de Correa estuvo inspirada en hechos de la realidad venezolana. Además del caso Mamera, sus películas más destacadas fueron Se llamaba SN (1978), basada en el libro homónimo de José Vicente Abreu sobre las torturas del régimen pérezjimenista, y La matanza de Santa Bárbara (1986), historia del asesinato de las familias Semprún y Meleán en Zulia.
Además de ser realizador cinematógrafico, Luis Correa también escribió libros de poesía como Distancia hacia la zona y Silenciario. Su primer libro fue una novela llamada Fal Brigada Uno, libro testimonial de las guerrillas en Venezuela.
Luis Correa fue un hombre muy involucrado con los procesos políticos en Venezuela. En los años sesenta participó en la guerrilla urbana. Durante el actual gobierno se desempeñó como jefe de seguridad de PDVSA.
Sus restos serán velados en la Capilla Monumental en el Cementerio General del Este, en la Guairita. Mañana a las 3:00pm
Estas son imágenes del Latin Beat Festival que se abrió anoche en el Walter Reade Theater del Lincoln Center. Se termina el 24 de Septiembre y ofrece una veintena de películas latinoamericanas, de Argentina, Chile, Brasil, México y Perú. Incluye un homenaje a Cortázar y la exhibición de Blow Up de Antonioni, documentales, adaptaciones de cuentos y trabajos de la televisión argentina sobre el creador de los famas y los cronopios. El programa incluye foros y debates sobre el cine de la región. En las fotos puede verse a Hernán Golfried, joven director argentino que presentó “Música en espera”, una comedia impecable sobre un compositor inspirado en la música que habita los mensajes de espera de las oficinas y bancos, y la chica es Mariana Chenillo, mexicana, quecon "Cinco dias sin Nora" regresa al tema de los judíos en México y su peculiar manera de combinar sus hábitos religiosos con los fuertes rasgos tradicionales de la cultura de los mexicanos. Las dos son operas primas, de calidad indiscutible. Puede hablarse de una nueva era en el cine de América Latina sin pecar de exagerados.
Este film viene batiendo records de taquilla en casi todo el mundo. No es otra vez la historia de la invasión de los extraterrestres y la heroica acción de los americanos para salvar el mundo. No. No hay ataque de los “ no-humanos”, simplemente se quedan varados en una gigantesca nave posada sobre ¡!Sur Africa!!. ¿Y que suelen hacer las élites y los gobernantes de la Tierra con los diferentes, con los que no se les parecen, con los de otra raza, con los refugiados, con “los otros”?. Bueno, lo que han hecho siempre: los excluyen, les suprimen todo derecho, los ponen a hacer los trabajos sucios, los discriminan, los ponen a vivir en ghettos. Eso es lo que es el District9 : un gettho de no-humanos, utilizados por una gran corporación, la Multi-National United's, para su beneficio. Si no fuesen tan raros perecerían parientes cercanos de las razas que han vivido en el apartheid de las concentraciones surafricanas, en las favelas y en los campos de concentración.
La película es producida por astros de los efectos especiales y videojuegos exitosos: Peter Jackson (El señor de los anillos) la produce y Neill Blomkamp (Halo2) la dirige. Posee por lo tanto las virtudes del gran cine de acción de esta era: efectos a granel y prepotencia tecnológica, y posee el dominio absoluto sobre el imaginario de la época: el mundo como laboratorio y un exaltado triunfalismo cibernético. Seguramente es una de esas películas que hacen época. Viene unida a juegos y trivias por Internet. No hay que perdérsela.