Hola Pablo, sigo gozando fielmente de tu código, mucho menos vendido que el de Vinci pero mucho mas interesante. En uno de los youtube me tropecé con Aquiles Báez y, siguiéndole el rastro, vi a su madre, Ana María, que conocí en tiempos remotos. Me impresinaron las cosas que dice con gran naturalidad y pensé que me gustaría escribirle. ¿Tu tienes su dirección?
Aquí sigo de "contadino" umbro inventando vainas premeditadamente inutiles como ese reloj de sol que aparece en la foto. Hicimos hace poco la inauguración oficial de esa "meridiana" como se la llama en italiano. Convencí a unos cuantos vecinos de que participaran en el evento en un acto mezcla de fiesta de fin de curso en una escuela del interior y tragedia griega (supermenor)dedicada al dios sol. Traté además en un breve discurso en mi italiano patriótico (hay que hablar las lenguas extranjeras patrióticamente mal) de transmitirle a los presentes mi fascinación por los relojes de sol. Una sombrita que resume esa maravilla que gira alrededor de nosotros, esa expresión del tiempo, casi nada... Comenté, finalmente, la razón del "motto", esa leyenda que acompaña inexorablemente a los relojes de sol y que tiende por lo general a la pavosería. La mia dice "no habrá mas penas ni olvido", no solo por influencia de la costilla plantense sino porque expresa de maravilla el sentir de los que han dejado su ciudad y, después de muchos años, vuelven a ella. Las ciudades cambian y uno también pero al volver lo que uno lleva dentro de esa ciudad no ha cambiado, no hay olvido. Este año hace cincuenta años que salí de Barcelona y veintiuno que partí de Caracas. Yo tengo penas de ambas y ningun olvido de lo que viví en ellas. Soy un privilegiado.
Un gran abrazo.
Manel
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