jueves, 6 de marzo de 2008

LA FRANCESINHA DEL BUFFETTE FASE /Johan Rodríguez Perozo desde Oporto, Portugal

Donde fueres haz lo que vieres… y fue lo que hicimos. A nuestro paso por el periplo europeo, llegamos de visita a la bella e histórica ciudad de Oporto, en Portugal. El fraternal entusiasmo por visitar a nuestra compañera de curso en la escuela de periodismo de la UCV, Marlene Sutil, nos llevó a esta bella tierra lusitana. Como es lógico, cuando se está de viaje, se visita a los amigos en su casa, pero el “fastidio” de quedarse sólo allí y el interés por conocer el nuevo lar, siempre nos lleva a los sitios más insospechados, curiosos y agradables de los lugares visitados. Oporto ofrece una opción multifacética, digna de ser observada desde diversos ángulos. Como ciudad portuaria, presenta uno de los puertos más modernos de Europa y probablemente del mundo. La vista de esta instalación, tanto desde la loma del convento, como de la ribera del río, es, sencillamente, espectacular. El stadium de fútbol de la ciudad, El Drago, cuartel general del famoso y no menos importante equipo emblema del fútbol portugués, Oporto, se erige como un modelo de arquitectura deportiva moderna, un verdadero desafío a la admiración de los fanáticos del balompié de cualquier parte del planeta. Pasar por la ciudad portuaria, sin disfrutar esta oda arquitectónica al deporte, sería una verdadera lástima.

En el afán por descubrir los sitios sencillos, donde el ciudadano de a pie disfruta de la ciudad, pendientes, además, de contribuir a nutrir la bucólica crónica “barrera” con prestigio internacional, Código de Barra y atizados por el deseo de degustar una buena comida típica, nuestra amiga Marlene y su compañero Rui Rodrígues (con “s”), nos llevaron al Buffette Fase. Tuvimos el inmenso placer de degustar la famosa “Francesiña”, rico plato de origen francés que, servido de la manera tradicional como lo concibió su creador, un inmigrante portugués con años de vivencia en Francia, terminó instaurándolo como el plato típico de la zona. Un fenómeno gastronómico el lugar. La pequeña barra que le sirve de entrada y ambiente, alberga lo necesario para servir la cerveza negra – única bebida que se ofrece para acompañar el plato típico -. Luego está ubicado el modesto salón, con unas seis mesas para los comensales, quienes deben degustar el famoso condumio, sin prisa, pero sin pausa, a objeto de dar lugar a la larga y cotidiana fila, a veces hasta dos cuadras, de bocas deseosas de probar la Francesiña. Algunos vienen de repetir la experiencia y otros, la mayoría, a descubrir de manera inicial el grato sabor del famoso plato.

Como parte de un éxitoso equipo familiar, José Meneses Pinto, el padre, Fimpa Isabel Monteiro Meneses, la hija y Víctor Moreira, su compañero, atienden de manera gentil y profesional, a quienes diariamente y durante los siete días de la semana, acuden ansiosos a probar la Francesiña. El Buffette Fase se convierte así en uno de los sitios gastronómicos más concurridos de la ciudad de Oporto. Ubicado en un sector retirado del centro de la ciudad, en el número 1147 de la Rúa Santa Caterina, alberga años de esfuerzo y tradición, como muy pocos negocios y barras del estilo característico del modesto pero acogedor rincón portugués. En las gráficas que acompañan esta nota, podemos observar el proceso de preparación de la Francesiña: pan tostado, carne, chorizo, queso y la salsa, principal ingrediente en cuyo sabor queda patente el “secreto” del famoso plato, constituyen la delicia al paladar más solicitada en esta bella ciudad. Probablemente, si pasa por Oporto, se lo ofrezcan en algún otro sitio, pero si lo que quiere es probar el original y excelente invento culinario, no deje de pasar por el Buffette Fase… una probada es más que suficiente, pero, con toda seguridad, usted querrá volver, tal como nos ocurrió, a probar otra sabrosa ración antes de despedirse de la bella ciudad portuaria.

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