lunes, 17 de marzo de 2008

CINCO PASOS CON EL BROTHER EN BOGOTÁ / Carlos Zerpa

PASO # 3

La llegada a la inauguración la hicimos a tiempo, y tomando más y más vino tinto, relaciones con los colombianos y otros participantes extranjeros de la feria… Mucha saludadera y compartimiento social con las amistades hasta mediados de la noche.

De ese lugar nos fuimos a una fiesta privada en casa de la esposa de un afamado pintor colombiano, casada con el dueño de una afamada galería… parte del grupo de amigos se regresó al hotel y la esposa del “Brother” con ellos, muy cansada por el viaje de Venezuela a Costa Rica y desde allí a Bogotá.

“El Brother” no quiso irse, con mas tragos en la cabeza de los que podía tener, afirmaba que estaba celebrando su libertad y que no estaba en ese momento tras las rejas; Nosotros nos quedamos un hora más y nos regresamos también al hotel, “El Brother” dijo que se quedaba un rato más en la fiesta y que luego se iba a una fiesta bailable a pocas cuadras del hotel y de ese lugar regresaba a su dormitorio, que no nos preocupáramos, que ya unos amigos se habían comprometido con él para llevarlo.

PASO # 4

Llegó con esos amigos a un apartamento en donde se celebraba un cumpleaños, se quitó la chaqueta, la puso en el respaldo de una silla y se puso a bailar y bailar como loco haciendo un trencito con otros de la fiesta mientras gritába: “la culebra… la culebra”… Celebrando la hora loca y poniéndose a tomar aguardiente cristal hasta que llegó la madrugada.

Llegando la hora de partida, tomó la chaqueta del espaldar de la silla y viendo que su amigo estaba muy borracho para manejar, él mismo se dispuso a llevar el volante y manejar ese auto hasta el hotel… Igual de borracho y sin conocer Bogotá estaba él.

El amigo balbuceaba indicándole como llegar al hotel,. “El Brother” sintió que comenzaba a hincharse, que la chaqueta le apretaba el pecho, los brazos y lo asfixiaba, le faltaba el aire, sentía que estaba como intoxicado, ¿serían los calamares en su tinta que comió a medianoche? dudaba si irse al hospital o al hotel, quería que le inyectaran alguna vaina por temor a seguir hinchándose y no poder respirar más… No quería morirse como un bolsa esa madrugada.

Llegaron no saben como a la puerta del hotel. Se bajó y caminó como un robot, la chaqueta estaba demasiado ajustada a su cuerpo, lo sofocaba… Entró al hotel y en el ascensor lucho con la chaqueta y pudo quitársela, le dieron unas pastillas antiinflamatorias y unas gotas antialérgicas… Llegó a su cuarto, se dio un baño y sintió como el alma le regresaba al cuerpo… Se tiró en la cama, cuan largo era y se durmió profundamente hasta el día siguiente.

PASO #5

Al despertarlo su esposa para que fuesen a desayunar con todo el grupo, “El Brother” notó que la chaqueta que estaba tirada en el piso y que se había puesto a la salida del cumpleaños, no era la de él, era parecida, pero definitivamente no era la suya, esta además era dos talla menor lo que lo hizo comprender que no estaba intoxicado, si no que la chaqueta mucho más pequeña le ajustaba tanto que prácticamente lo estaba asfixiando.

“El Brother” pudo darse cuenta que la pesadilla no terminaba allí…

1- Su chaqueta nueva estaba perdida

2- En el bolsillo interno derecho de ella, tenía su pasaporte

3- En el bolsillo izquierdo, todos sus dólares

4- No recordaba el nombre del amigo al cual le manejó el carro hasta el hotel

5- No recordaba ni menos el nombre ni la dirección del apartamento en el cual fue a bailar la culebra, en la hora loca.

TRANQUILOS….

“El Brother” pudo recuperar todo y logró no perder el avión, llegando a tiempo para su vuelo a Venezuela, su mujer estaba mas cliente que plancha e´Chino… Pero eso ya es otra historia.

1 comentario:

Alberto Asprino dijo...

ESTA CRONICA ESTA DEMASIADO BUENA, AL NIVEL DE LA OBRA PLASTICA DEL PANA ZERPA.
UN ABRAZO,
ALBERTOASPRINO


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