miércoles, 23 de enero de 2008

CARTA DE UN HOMBRE FEO A UNO BUENMOZO/ Claudio Nazoa


Querido buenmozo:

Hoy por fin he decidido romper el silencio en que he estado sumido durante años y años desde que tomé conciencia de mi estado de fealdad integral y permanente. Buenmozo, no sabes lo horrible que significa salir a la calle con esta cara y este cuerpito deforme que la acompaña. Soy medio calvo, cabezón y con los ojos saltones, que dan la impresión de que siempre me acabo de levantar o que ya no aguanto el sueño. El poco pelo que me va quedando no se deja peinar ni para un lado ni para el otro, pero tampoco se queda quieto donde está. Para tratar de tapar mi regordeta cara, me he dejado la barba y el bigote, pero casi no me sale pelo y mi rostro parece un hueso picado de hormigas.

Los dientes están más o menos bien, pero tengo la mordida de un mono, es decir, la mandíbula de abajo no encaja con la de arriba, lo que me obliga a retraer la lengua permanentemente porque si la dejo por su cuenta, la tendría siempre afuera. Como si esto fuera poco, el tener la lengua siempre contraída me aprisiona las glándulas salivales que sobre estimuladas producen un 60% más de saliva que las personas normales. Esto a su vez me obliga a tragar constantemente, porque de otra forma, se me saldría la baba.

La epiglotis creo que está al revés, y en vez de la manzana de Adán tengo una especie de vagina de Eva. Es como un hueco en la parte inferior del cuello, que le da un aire cómico a mi pescuezo.

A pesar de haber hecho casi todas las dietas todo se me pone flaquito menos mi abdomen que ha crecido puyuo hacia adelante y redondo hacia los lados, empujando el ombligo, dándole un aspecto a la barriga como si tuviera una lengua afuera.

Respecto al sexo (el mío), creo que su tamañito es alarmantemente ridículo. Esto lo consulté con el sexólogo Rómulo Aponte quien me dijo que no me preocupara por el tamaño porque lo que importa es la pericia y la experiencia. La consulta a tan distinguido doctor, a quien todo le parece normal, me preocupó aún más, porque justamente por el tamaño, no tengo experiencia y mucho menos pericia.Tengo las piernas flaquitas con las rodillas pelotudas y unas extrañas protuberancias hacia la izquierda y hacia la derecha, que dan la impresión de que las rodillas tienen orejas. Soy completamente lampiño pero de las rodillas para abajo tengo unos vellos gruesotes, sobretodo en mis bataticas, que si no fuera por el problema de los vellos, serían más o menos bonitas.

Mido 1.80 de estatura y calzo 33, cosa que me da mucha pena y que me obliga a usar zapatos varias tallas más grandes rellenos de algodón en las puntas y varias plantillas dentro.

Estimado amigo buenmozo, imagínese el trabajo que me ha costado que cualquier mujer se me acerque aunque sea para pedir la hora, y mucho menos, ni pensarlo, a otra cosa de esa que ustedes los hombres buenmozos hacen con frecuencia y facilidad a cada rato.

Usted señor buenmozo se preguntará: Bueno… ¿y éste tío feo para qué me escribe? La respuesta es sencilla y simple, quizás hasta suene absurda o triste, pero, vaya, a estas alturas de mi fealdad, que más da.

Mira buenmozo (y perdona que te tuteé), ya tú sabes como soy, espero que el recuerdo de mi descripción no te despierte en la noche o peor aún, no te deje dormir.

Vamos al grano: sólo pido que la próxima vez que le hagas el amor a una mujer, pienses que tú eres yo. Luego me avisas que lo hiciste, porque la sola idea de que yo, aunque sea por tu cuerpo pueda conocer y logre amar a una mujer, me bastaría para acabar con mi fealdad.

Gracias y perdona la molestia.

1 comentario:

Brucknerite dijo...

Buenas tardes. Mi nombre es Walther Sorg, ilustrador. La imagen que acompaña a los artículos de Claudio Nazoa es de mi autoría. La hice para una colección que sacó Brújula (de El Nacional) sobre cuentos de navidad. En este caso, se trata de una carta que Claudio Nazoa escribe al Niño Jesús.

No tengo problema en que mis ilustraciones sean empleadas en blogs, pero no estaría demás agregar una minúscula leyenda al pie de la imagen que diga: ilustración Walther Sorg. Gracias.


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