domingo, 30 de agosto de 2009

EL OTRO, PERO DE LADO


Los museos americanos, valga decir los de New York, ya no son como antes. Es verdad que acaban de poner a Bacon y andan tras grandes nombres de la historia de la pintura de Occidente, otra vez Malevich, otra vez Ensor, otra vez Picasso. Y también es verdad que andan en busca de la identidad perdida, los escultores y fotógrafos de su ciudad, y los valores primigenios de la Revolución Americana. Pero su tema dominante en esta era es la multiculturalidad, que tragan mal, y que les parece necesaria y políticamente necesaria y “correcta”. Así que los museos están llenos de antropología, historia y arqueología: que si los tesoros de Afganistán, las alfombras de Isfahán, los misterios sufí de la cultura musulmana, el islamismo, las regiones chinas inexploradas, los peruvianos, el sexo en la India, y África para regalar, especialmente Nigeria. Un verdadero pastiche académico intransitable, exterior, colonial, inaprehensible y fastidioso.

1 comentario:

sergio antillano dijo...

Pablin,
esas "otras" han estado desde siempre en los museos americanos. La cosa es que solan estar con esa aproximación a lo revista National Geographic de los comienzos, con la mirada del extrangero, ageno y muchas veces saqueador, que se maravilla de lo "raro". No obstante esas miradas -que aún persisten en muchos museos- ha sido superada y son diversas las lecturas a esos elementos de las otras culturas, muchas de ellan han producido magnificas y vitales exposiciones. Aunque persiste el corotero puesto en sala como botin de saqueo...sin reflexión ni contexto, ni preguntas ni comprensión. En la SurAfrica de otros tiempos hubo un Museo que durante 200 años solo acopió objetos (desde zapatos hasta puertas) pero nunca hizo una exhibición...ahora ese Museo que cambió su nombre a African Window es un volcan de exposiciones que dan multiples lecturas y levantan miles de interrogantes reflexivas alrededor de las más de tres millones de piezas que acopiaron aquellos que guardaban sin tener nada que decir...pero que -al menos- preservaron esos productos del ingenio y creatividad de mucha gente.


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