Por supuesto, al gobierno de los Estados Unidos no le pareció nada del otro mundo y le pidieron a sus propios científicos que excavaran más hondo en territorio americano. A 100 metros bajo tierra encontraron pequeños hilos de cristal que, según ellos, formaban parte del sistema nacional de fibra óptica que tenían los antiguos pobladores de América el año 2500 AC.
Los venezolanos no se dejaron impresionar. Científicos venezolanos excavaron 150 metros bajo tierra y no encontraron nada, excavaron a 200 metros y aún nada, Entonces excavaron hasta 250 metros y total que no encontraron nada de hilos... ni de cobre, ni de cristal, ni de ninguna mierda!. Entonces llegaron a la conclusión (y con toda razón) ... que los indios venezolanos hace más de 4.500 años ya utilizaban conexión inalámbrica WI-FI.
1 comentario:
La autoría que se me atribuye de la chilindrina sobre la red inalámbrica responde a un equívoco. Ni lo inventé ni lo escribí. Mi torpeza o los ‘duendes del teclado’, según quiera verse, impidió que llegara a los editores de esta página la mención: “Por la copia. GM”. En honor de su anónimo autor hago la aclaratoria.
El chascarrillo es pertinente porque la cayapa postelectoral contra los que votamos incluye la información del 'honesto' funcionario del CNE que les dio las pistas a Weil, Marianella, Nitu sobre el uso de un módulo (chip lo llaman) de LINKSYS para la comunicación inalámbrica (WiFi) de las máquinas de votación con Miraflores y, por supuesto, para la alteración de los resultados que, como todos sabemos, “habrían sido favorables a la oposición”.
El pensamiento mágico que nos determina hace que ubiquemos en lo desconocido (o en lo que no entendemos) las causas del predominio electoral chavista. Desconocido no significa inexplicable. P.ej.: bastaría suponer, aún a título de hipótesis, que Nuestro Señor Comandante (con amenazas, halagos, cedulaciones express, seducciones transaccionales del tipo ‘voto por nevera’, intoxicación de los registros de votantes y otros trucos) se agencia por ahora, más votos que sus opositores. Este método de razonar nos obviaría el trabajo de la búsqueda o invención de embrujos y sortilegios.
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