miércoles, 6 de agosto de 2008

CÓMO PEDIR UN VODKA EN MOSCÚ/ Eloy Torres Román


Pablo Antillano, mi fraternal y siempre buen amigo, me invitó a participar en Código, de Barra para narrar mis vivencias sobre las barras que me ha tocado visitar. Recuerdo particularmente una. En una tarde del Moscú invernal, esperaba a mi hija, Carmen Grazziella Torres Márquez, quien debía venir de su trabajo y con quien habíamos acordado encontrarnos en la Plaza Roja, en un bar ubicado en el antiguo GUM, así se llama un enorme almacén frente al Kremlin y particularmente frente al Mausoleo de Lenin. Ese almacén fue un emblema de la política comercial soviética. Pequeños tugurios para que los “comerciantes soviéticos” vendieran los productos que les permitía el régimen. Hoy los ábacos han sido sustituidos por computadoras y los citados tugurios se transformaron en un centro y sofisticado centro comercial cuya variedad de tiendas alberga todas las marcas de zapatos, trajes, camisas, tabacos, elegantes restaurantes, bares, etc. Todos de marcas occidentales.

. Desde el bar observaba la Plaza Roja y recordé la canción de Gilbert Becaud:

“La place rouge était vide

Devant moi marchaint Nathalie

Il avait un joli nom, mom guide Nathalie…”

El barman que atendía la barra me sacó de mis cavilaciones y comenzó a conversar conmigo y a explicarme que para tomarte un buen trago, no se requiere conocer idiomas. Sin embargo, decía el ruso, cuando viajas a países cuyos idiomas ignoras, y quieres tomarte un buen trago, conviene conocer determinados gestos para no andar con un diccionario que te lo facilite.

Le contesté que eso era cierto. Yo tenía en la mano un buen ejemplo: en Venezuela, cuando le haces un gesto a cualquiera, cerrando el puño y extendiendo el pulgar, apuntando hacia la boca; significa una invitación a tomarse un trago. En Estados Unidos ocurre igual, aunque el puño se enseña casi abierto como si la mano estuviera abrazando un imaginario vaso e indicando hacia la boca.

El barman ruso insistió acerca de la necesidad de estar alertas y tener cuidado cuando quieres tomarte un trago. Los gestos pueden engañar. Por ejemplo, en Japón cuando se enlazan los meñiques significa una promesa. Pero, si dos personas señalan con el meñique levantado significa tomarse un trago.

Ante la agradable conversación le expliqué a mi eslavo contertulio que igual ocurre con algunas palabras. Ello para no quedarme atrás, por ejemplo, en Cuba y en Méjico cuando quieres hablar de tragos, no se puede utilizar la palabra “palo”. Dicen las mujeres de esos países que no es por malo, sino que no se debe decir en público.

Es aquí, donde mi circunstancial amigo rompió el celofán al explicarme que en Rusia también existen los gestos. Me decía por ejemplo que durante la época soviética, si en una calle cualquiera, veías a dos hombres mostrando dos dedos, el índice y el medio, por encima del saco, significaba una invitación a un tercero para adquirir una botella de vodka cuyo costo era de tres rublos. ¡Que tiempos aquellos! se comenta en la Rusia de hoy.

También me comentó que la vodka es originaria de una zona de Polonia. Y lo creo, “Vodka”, en polaco y en ruso es el diminutivo de agua. Igualmente, me ilustró diciendo que para “beber” en Rusia se debe golpear la garganta con el índice. El simpático barman, como si fuera un cuento me narró una historia “Erase una vez, en Rusia, un mandatario viajó a Polonia y adquirió varios barriles de esa extraordinaria bebida. A su regreso, por los caminos cubiertos de nieve, el mandatario fue asaltado por unos bandidos. Lo iban a matar, cuando apareció un campesino salvándole la vida al desgraciado individuo. Los asaltantes huyeron, no obstante, ya le habían robado todo su dinero. El hombre no tenía como pagarle. Sin embargo, le habló al campesino que traía consigo una bebida extraordinaria y que le daría un documento para que bebiera gratuitamente toda la vodka que quisiera. El mujick, aceptó. Luego, tomó tanta vodka que se emborrachó y perdió el documento. Luego volvió donde el mandatario en reiteradas ocasiones. Siempre se emborrachaba y siempre perdía el documento.

El mandatario, estaba muy agradecido por haberle salvado la vida. Pero, consciente de que el mujick extraviaba el documento en cada borrachera, decidió marcarlo, en la parte derecha de la garganta, con el emblema de la casa del Zar, incrustado en su anillo, como si fuese una vaca a fin de que lo mostrarse las veces que deseaba tomar vodka”. Por ello, en Rusia, me dijo el barman, si ves a alguien, bien sea comunista o capitalista, que golpea su garganta con el dedo índice, significa que te está invitando a tomar un trago de vodka. ¡Salud tovarish!

1 comentario:

indiatuel dijo...

ya lei los cuatro cuentos. muy lindos, te invito un dia a tomarnos un trago en el bar donde terminaron todos Uds en la cocina y yo me escape y el portero me rompio el pasaporte insistiendo que yo era rusa y no extranjera. Na sdorovia!


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