martes, 11 de diciembre de 2007

LA PASION POR LA BARRA / Pablo Antillano

Código de Barra nació una tarde de copas en la Cervecería Alcabala, primero como idea hace unos cuantos años y luego como un grupo de páginas impresas, dobladas y engrapadas apenas a finales del 2006. En su origen prehistórico estuvo inspirada por los efluvios de una brevísima peña que reunía cotidianamente Saúl Alvarado, un guariqueño mal hablado que se había leído ya todos los libros que un sabio doméstico debe leer en su vida y que contaba con igual número de amigos que de enemigos. Él estaba siempre ahí, en una esquina de la barra, en la esquina del fondo, esperando la visita de por lo menos otro miembro de la peña que quisiera escucharle la diatriba, los versos arrugados, las nostalgias de la República del Este, o sus memorias como funcionario incómodo y porfiado de administraciones insufribles.

El núcleo duro de la peña lo formaban Héctor Flores , también guariqueño y hoy su mejor imitador; Carlos Giménez, biólogo marino que traía a la tertulia saberes insospechados para el resto, que versaban sobre los hábitos de los peces y especialmente sobre el señor atún y sus asociaciones; Alberto Centeno, la afabilidad metabolizada en deportista y un maestro en los asuntos de la enseñanza; y Gustavo Oliveros, el alma de la fiesta , de la estirpe pacifista que heredaron los verdaderos judokas, y periodista de mil y un campos de batalla. Por supuesto yo mismo, que tuve el privilegio de ser invitado a estas libaciones periódicas, repletas de embustes , desahogos y mucha catarsis.

El crecimiento de la peña no fue abrupto sino más bien pausado, pero muy consistente. El poder de convocatoria de Gustavo atrajo una tribu de periodistas fantasiosos como Yajaira, Coromotico, Nella y Vitico , y al imprescindible Raúl Azuaje, con quienes la peña comenzó a estudiar la posibilidad de tener un medio de expresión. Con Raúl llegaban además los escritores José Pulido y Petruvska Simne. No tardaron en incorporar a Olgamar Pérez , editora y dueña de una imprenta, con quien terminó el larguísimo lapso de ensueño y fantasía. Gustavo se embraguetó , le dio vida a la revista y la ha mantenido a tracción de sangre. El solo la organizaba, hacía las fotos, la diseñaba, la llevaba a la imprenta, la vendía y la distribuía. Hay que reconocer este empecinamiento y energía. Los demás sólo escriben y celebran.

En el interín Alberto le inyectó a la peña una apertura hacia sus redes personales y amistosas en el Guernica, donde la revista tuvo su primera sede y centro de distribución, y luego fue fácil compartir vida con las otras peñas y los otros barsianos de la parroquia. El grupo se abrió a La Cita, el Imperial, Las Burgas, la Tasca de Ouro, el Moderno, el Achuri, La Tertulia e hizo familia con los bar tenders y los mesoneros...En ese mismo proceso se incorporaron militantemente a la peña Raúl Fuentes, Tulio Hernández, Gustavo Méndez y Milagros Rodríguez, y luego Humberto Márquez y Oscar Hernández. La barra tenía su gente, su código y su revista.

¿Dónde estamos hoy?. Hoy estamos celebrando que la Revista Código de Barra alcanzó, superando todo pronóstico, su primer año de vida. Celebramos que su red ya no se limita a Candelaria sino que Gustavo ha logrado incorporar a la fiesta a decenas de sitios formidables en Las Mercedes, Altamira, Chacao y Los Palos Grandes; la peña se desplaza con su código y fiereza por toda la ciudad. Y ahora, desde julio, tenemos un blog, un sitio en Internet , (http://codigodebarra-revista.blogspot.com) que se retroalimenta con la revista impresa y que ha permitido incorporar a una docena de excelentes cronistas para remozar cotidianamente las cuitas de la cultura barrera, tasquera y botiquinera del país.

La peña no es ya la misma, pero su núcleo duro se sigue reuniendo como una cofradía que siempre, de una u otra manera, brinda fervorosamente por la memoria de su fundador, Saúl Alvarado , el Homo criticatus convenienceii, como lo bautizó el taxonomista Carlos Giménez, gran Linneo de la peña.

¡!!!Feliz Aniversario y Feliz Navidad!!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo mejor de esa Barra son las fotos. Porqué no publican mas de ellas en lugar de escribir tanta bolsería. No conozco a SAÚL ALVARADO pero me gustaría ver su imagen. ¿Un video de MORELLA MUÑOZ? Saludos.

Anónimo dijo...

Vivo en el extranjero y esta barra es una conexion permanente a la Caracas hermosa, llena de personajes, de gran colorido tropical, con mentes creadoras, agudas y rapidas. Un gran jaleo, como dicen los espanoles. Para mi, la barra caraquena esta en el tope del mundo por sus personajes. Hay mas caras, mas bonitas, mas especializadas (deportes) o en sitios realmente interesantes (Tobacco Road esta en una zona roja de Miami). En fin, la diversidad de conversaciones y creatividad de las barras en Caracas, no la he visto en ninguna otra parte. Felicitaciones y aqui estoy a la orden en Miami.


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