viernes, 18 de septiembre de 2009

DRAMA DE LA VIDA REAL











Esta es una historia de la vida real que seguramente será llevada al cine, por los independientes y los Sundance´s kids. Estos señores que ustedes ven protestando muy ordenadamente frente al Hospital Israelita Hadassah, en 50W. 58th, el 16 de septiembre de 2009, pertenecen a una orden autotitulada Ortododox antiZionist Jews . Están expresando su indignación contra lo que consideran racismo y persecución por parte del Hospital a una señora, también judía, a la que después de secuestrarle el hijo la acusaron de sufrir enfermedades mentales, la apresaron y la torturaron. Esa es la historia que ellos cuentan en sus pasquines en medio de una descomunal tranca en las 5ª y 6ª Avenidas, llegando a Central Park.
Tras 18 meses de tratamiento, que incluyó quimioterapia, y de más de 45 diferentes exámenes, Chaim, el hijo de la señora, Mrs. YM, casi se muere, perdió la mitad de su peso y se deterioró absolutamente. Los médicos del Hospital Hadassah concluyeron que padecía de una enfermedad muy extraña y misteriosa, y no podían ofrecer diagnóstico.
La señora acudió a un médico independiente que le dijo que un niño no tenía nada y que habían estado testeando drogas en su organismo. Ella lo sacó inmediatamente del Hadassah, los denunció, y llevó a su pequeño a otro hospital donde se recuperó rápidamente. Pero el Hadassah, temiendo demandas y erosión de su reputación, procedió a demandar a Mrs. YM, con el apoyo, dicen los denunciantes, de ¨the secular Zionist mass media¨ que canibalizaron la historia y de la policía que, según, ellos habría torturado a la señora durante diez días y, a pesar de que se había negado a confesar, la habría internado en un hospital para dementes por orden de un Tribunal. La mujer ha estado privada de su hijo Chaim (3 años), y de sus otros cuatro, por casi dos años a pesar del juicio de un Tribunal Israelita que la absolvió y condenó al Hadassah.
Así que la comunidad judía no sionista ha emprendido una batalla de manifestaciones, correos, llamadas telefónicas y acciones legales para defender a esa familia y para atacar a sus adversarios. Todo esto está en la calle y no hay que comprar el ticket ni los pop corns.

No hay comentarios:


Click aquí