domingo, 29 de marzo de 2009

TE EXTRAÑAREMOS, STEFANIA / Laura Antillano




La recuerdo de noviembre pasado, sonreída, esplendida, conversando con
premura, animada con los libros de la feria en donde se le hacia homenaje, hablamos a saltos, porque ella tenía muchas actividades y eso la entusiasmaba. Me recordó a la muchacha rubia, dinámica, irónica, de nuestro viaje a Eichstätt (Alemania), en aquel grupo de escritores (cuya fotografía, hoy bien valdría una novela).

La leo, la leí en Seres cotidianos de 1990, relatos de voz femenina, alimentados de sutil ironía. La sitúo en mi imaginación (y la suya) en Chacao, en los escenarios de su novela La última cena (1991) entre telas, terremoto, memorias familiares, de ese mundo de la Caracas de los 50 y los 60, novela que mis alumnas de literatura llegaron a adorar página por página, en su aventura mediadora y particularmente atmosférica.

La veo: en las fotos del Catire Hernández de Jesús, en todos sus rostros mirados por el poeta-fotógrafo, los recuerdo a ambos en plática, teñida de picardía, entre la ternura y el juego. Los veo, en los últimos tiempos, en la ternura compartida en lo pequeño y lo grande.


La leo en sus reflexiones sobre Borges, de los 80, la recuerdo siempre defendiendo sus posiciones con énfasis y natural elegancia, su larga cabellera y su gestualidad primordialmente enfática. La dibujo dentro de "El circo de Ferdinand” (2005) y “Mediáticos”(2007) , escucho su voz en el escenario del Celarg ,cuando leímos juntos para cerrar el Encuentro de Narradores en noviembre del 2007, al lado de Senel Paz, Oscar Collazos, Mempo Giardinelli y Laura Mintegui. Stefania llevaba entonces el cabello cortísimo y de blanco, fue la última en leer, pronunciaba cada palabra con seguridad y premura. Los domingos la buscaba en las páginas de Últimas Noticias, como si su columna fuera la compañía precisa del acontecimiento publico. La siento aun muy cerca, no puedo creer que ya no este escribiendo desde algún lugar.. Valiente, lucida, precisa, incisiva, así era su pluma periodística. Así la recordaré siempre, en su naturaleza, ligada desde la entraña al énfasis, la mirada por dentro,el humor, la risa, la ironía cercana.

Que en paz descanses, amiga.


Laura Antillano

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