viernes, 5 de septiembre de 2008

TRUMPETER EN PUERTO MADEROS/ Pablo Antillano





Es verdad que si uno lo busca con ahínco , puede conseguir un restaurante carísimo en Buenos Aires. Se puede tropezar con el Chila , uno de los más glamorosos y elegantes de Puerto Maderos. Con todo y vinos de etiquetas Premium y un súper menú que incluye foie gras, mollejas o jamón de cordero, rape, ciervo colorado o una bondiola de jabalí con cuatro horas de cocción, no tendrá que pagar más allá de un rango entre 180$ (pesos) y 240$, que divididos entre tres pesos por dólar, le saldrá entre 60 y 80 dólares. No como en Caracas donde en un hotel de Las Mercedes le clavan a usted hasta 200 dólares , según me contó ayer Oscar Rincón, por un trozo de carne ( sin vinos ni más nada).

Huelga insistir a estas alturas que las diferencias entre Buenos Aires y Caracas no son sólo de precios y de voracidad de especuladores, son diferencias civilizatorias. No merece meterse en lo hondo cuando se compara el cielo con la tierra, o el cielo con el infierno.

Puerto Maderos se expande con velocidad y concreto armado. Si no fuese por los canales, una cierta arcilla roja y las calles amplísimas , el transeúnte podría pensar que está en Dubai, en Singapur o en cualquier remoto desarrollo de condominios para banqueros y otros globalizados. El famoso Hotel Faena está en remodelación, así que no logramos traspasar ninguna puerta.

Pro en cambio nos recibió cálidamente el restaurante Cabaña de Las Lilas, bañado por los reflejos del río, arrullado visualmente por el suave retorno de los veleros y agitado por el crepitante ir y venir de los mesoneros que portan vinos, morcillas, bifes, asados, mollejas y ensaladas. Ya Tulio Hernández nos había advertido de esta intensidad y del formidable placer de sus condumios. Muy concurrido, pleno, grato, no provoca pararse de la mesa.

Afuera nos esperaba la hospitalidad del largo malecón, el Puente de la Mujer, y muchos kilómetros de paisaje peatonal para amansar el bife y los reserva de TrumpeTer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pablito, tu me recomendarias que me regrese para Venezuela, porque todos los panas, me hablan de la inflacion, de la inseguridad, pero tambien veo que los que viven alla, a pesar de los dolares restringidos, etc, sin embargo se la pasan viajando.
Y uno que vive aqui en el primer mundo, para salir del estado donde uno vive le cuesta que jode, Imaginate salir del pais.
Toby


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