I.
Las barras parecen ser únicas habitantes de las tascas españolas. Pero no es verdad. En Caracas, al menos todos los restaurante de carne tienen su barra, cort, largas, humeantes, lánguidas o alegres tienen su barra. Visito
«Yo he pasado en los bares horas deliciosas. El bar es para mí un lugar de meditación y recogimiento, sin el cual la vida es inconcebible. Costumbre antigua, robustecida con los años... Luis Buñuel: Mi último suspiro; Barcelona, Plaza y Janes Editores; 1982; Pp. 53-54
I.
Las barras parecen ser únicas habitantes de las tascas españolas. Pero no es verdad. En Caracas, al menos todos los restaurante de carne tienen su barra, cort, largas, humeantes, lánguidas o alegres tienen su barra. Visito
Publicado por CODIGO DE BARRA en 7:39:00 a. m.
Etiquetas: CRÓNICA, JUAN PÁEZ AVILA, JULIO BOLÍVAR, LA ESTANCIA
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