domingo, 24 de febrero de 2008

LA MEJOR CANCIÓN PARA ‘OSCAR’ /Carlos M. Montenegro

Hoy domingo 24 de Febrero es la entrega de los premios Oscar 2008, que cumplen 80 años. Mucho se escribe sobre este evento, el máximo del cine, que premia a los supuestos mejores del año 2007 en un montón de disciplinas que intervienen en la realización de las películas nominadas. Yo quisiera referirme hoy a un renglón muy importante: “El Oscar a la mejor canción”.

He tenido la oportunidad de escuchar las cinco designadas para esta entrega, que tiene una particularidad aunque no es la primera vez, y es que de las cinco, tres pertenecen a la misma película: “Encantada”; los temas seleccionados son: “Happy Working Song”, “So Close” y “That’s How You Know”; la historia es una comedia musical romanticona al estilo Disney con sus animalitos y todo, lleno de efectos de animación digital. La cuarta nominación es para “Raise It Up”, un tema “gospel” suave, con una niña como solista; la película es “August Rush” el nombre del protagonista, un muchachito huérfano con gran talento musical que conoce casualmente a un cantante “pop” y una joven chelista que lo ayudan. Y la última nominación pertenece a la cinta “Once”; la canción se llama “Falling Slowly” donde el protagonista, es un cantante callejero, que conoce a una muchacha pianista, que le ayudará también a salir de abajo y hace dúo con él en la canción, una balada muy romántica que me recuerda sospechosamente al estilo de Cat Stevens, lo cual no es malo pero si poco original.

La verdad es que en conjunto todos los temas parecen bastante descafeinados y blandos, pero es lo que hay y la Academia es la Academia.

Y uno echa en falta las grandes melodías que Hollywood escogía sobre todo en los primeros años, cuando empezó a premiar la mejor canción original. Los Oscar existían desde 1928, pero el cine era silente; al llegar el sonido se comenzó a otorgar a partir de 1934, en la séptima edición. Que fueran grandes melodías no sorprende, eran los tiempos de Irving Berlin, George Gerswin, Jerome Kern, Rodgers y Hart, Cole Porter y toda aquella galería de “monstruos” de la composición importados de Broadway, que andaba tambaleándose debido al desastre financiero de 1929; Hollywood, acusado de ayudar a hundir al teatro musical especialmente, con sus maravillosas producciones tomadas de Broadway tal vez sin querer, paradójicamente, ayudó al género a renacer al término de la depresión y la II Guerra Mundial.

Ese año, 1934, La Academia otorgó el Oscar a la mejor canción a “The Continental” de la cinta “The Gay Divorcée”, que significaba “La Alegre Divorciada” por si acaso – compuesta por los señores C. Conrad y H. Magidson. Los protagonistas eran Ginger Rogers y Fred Astaire, reyes del musical en esos tiempos; la canción la interpretaban en tres partes Ginger Rogers, Lilian Miles y Eric Rhodes. Astaire se limitó a silbar un poco mientras su pareja cantaba, pero lo grandioso es que esas tres intervenciones son parte de una super, pero super producción* de unos 20 minutos sin parar, donde la coreografía, la dirección y el elenco todo, hicieron historia del cine.

(*) Si quieren, pongan en “youtube” esto:Ginger Rogers Fred Astaire The Continental The Gay Divorcee”. Un poco largo pero no lo olvidarán.

Carlos.managerman@gmail.com

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