Lo más difícil de un recorrido por la bella ciudad portuaria de Oporto, en Portugal, es no sucumbir al atractivo de su belleza arquitectónica y la evocación colonial. Aquí se recoge la idea sembrada en distintos lugares de América, por la aventura portuguesa de siglos pasados. El ambiente que se respira en Oporto es de ciudad marítima. Junto a la alegría de sus calles y sus diversos paisajes, permite al visitante disfrutar del espectáculo citadino, tanto en el día como en la noche. Al menos es la sensación que nos quedó después de compartir con Marlene Sutil y Rui Rodrígues (con S), amables anfitriones en nuestra visita a esta encantadora ciudad, y quienes decidieron mostrarnos la calidad de Tosco y Tapas, uno sus lugares favoritos, preferencia que asumimos de inmediato al llegar a esta preciosa barra.
Cuán difícil será buscar el breve descanso, luego de un paseo entre monumentos y símbolos que evocan el pasado. Antes, en otras crónicas barreras, nos hemos referido al atractivo turístico de la ciudad de Oporto pero nada como un recorrido nocturno, para saborear debidamente la dulzura de su vida noctámbula. En esta misión tan grata, impuesta por quien acertadamente dirige esta publicación, nuestro fraterno Pablo Antillano, queremos en esta ocasión transmitirles el dulce sabor que nos dejó la visita a uno de los lugares más bellos que nos tocó visitar a nuestro paso por el puerto: Tosco y tapas.
Con más de veintisiete años “trajinando” en el arte de satisfacer el sibaritismo más complejo, Tosco y Tapas ha dejado una estela de sabor en el largo desfile de personas y personajes que por sus mesa ha transitado. Desde hace unos tres años, este delicioso lugar que sirve de albergue a uno de los más afamados restaurantes de la zona y en cuyo ambiente se puede disfrutar de una preciosa barra, fundamentalmente vinícola, es atendido por su no menos bella propietaria, Ida Soares, quien asumió la responsabilidad de remodelar el negocio, luego de relevar a sus padres en la conducción del mismo, quienes se mantuvieron por largos trece años al frente del lugar
Aunque de la mano de Ida y otros dos socios, Tosco y Tapas mantiene su vieja tradición, el local fue sometido a un proceso de remodelación que lo coloca en onda con los tiempos modernos, conservando el aire tradicional que le ha dado vida durante tantos años. En la populosa zona de Fox, cerca del paseo que conduce a la ribera del puerto, Ida y sus muchachos se encargan de atender a quienes tienen la suerte de compartir las bellas noches de alegría en Tosco y Tapas. Su barra bien surtida y su elegante gastronomía hacen del lugar uno de los más visitados por quienes persiguen en Oporto atracciones turísticas de calidad.
El local, cuya propiedad hoy día es absoluta de la familia Soares, también organiza fiestas y celebraciones tradicionales, las cuales sirven de motivo para amenizar de mejor manera la asistencia de su vasta clientela. Con un promedio de asistencia de más de sesenta personas por turno, Tosco y tapas se consagra como uno de los lugares de preferencia de quienes estimulan la vida nocturna en la ciudad. Nuestra experiencia en el paso por su bella y espaciosa barra nos dejó el regusto por la buena comida y por la mejor atención que se puede encontrar en un grato lugar, atendido además por la magia de Ida, quien no escatima esfuerzo alguno para satisfacer el gusto de sus clientes, bien sean eventuales o cotidianos, que los hay y muchos… Buena barra, ampliamente recomendable y ubicada en la Rua Sra. Da Luz, en la zona de Fox.… www.tosco.pt . Cuando pasen por Oporto, no dejen de visitarla, quedarán encantados y con ganas de volver… tal como haremos nosotros…Salud
En las fotos:
La barra, La bella Ida Soares, propietaria de Tosco y Tapas, Ida Soares y su socio, compartiendo la mesa con nosotros, Con Rui Rodrígues, anfitrión de postín,
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